Existe un grupo de enfermedades y alteraciones físicas o mentales muy frecuentes, que reducen la autonomía en la vida de las personas mayores. Son los llamados síndromes geriátricos, dada su presencia voluminosa en este colectivo. Señalamos cuáles son los síndromes geriátricos más prevalentes y veremos cómo podemos ayudar a contrarrestarlos. Pues nuestro objetivo es que la calidad de vida de nuestros mayores se vea lo menos afectada.
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DÍA MUNDIAL DE LA SALUD: REPENSANDO LA SALUD DE NUESTROS MAYORES
A colación de que el día 7 de abril se celebra el Día Mundial de la Salud, queremos volver la vista a la salud de nuestra colectividad mayor. La Organización Mundial de la Salud (OMS), en este día, recuerda la necesidad de la cobertura sanitaria universal y la construcción de un mundo más justo y saludable. Aspectos a promover en un mundo que envejece a pasos agigantados. Principalmente para solventar aquellos síndromes geriátricos que amenazan a un gran porcentaje de la población: las personas mayores.
En efecto, la longevidad o la tasa de esperanza de vida que está alcanzando la humanidad es espectacular, pero viene aparejada de muchos desafíos sanitarios. Desde la exigencia de una especialización sanitaria y rehabilitadora geriátrica que dé respuesta a las enfermedades y trastornos propios de la vejez; hasta la necesidad de aprender a envejecer con calidad de vida.
En este sentido, abogar por seguir las pautas de hábitos que marca el paradigma del envejecimiento activo supone una prioridad. Puesto que no hay mejor remedio que la prevención, y con este modelo de estilo de vida vinculado a los mayores de 65 años, se puede lograr ostentar una salud integral de calidad.
Ahora bien, lo cierto es que en nuestra sociedad actual, las personas de edad avanzada están expuestas a una serie de enfermedades que alcanzan una enorme prevalencia. Se trata de problemas de salud, casi exclusivos de la vejez, que pueden afectar sobremanera su autonomía y devenir en grandes dependencias. Son los denominados síndromes geriátricos, que abarcan un conjunto de cuadros clínicos de diversa índoles.
Hoy os hablaremos de algunos de los más importantes y os daremos algunos consejos para tratar de evitarlos o retrasarlos.
QUÉ SON LOS SÍNDROMES GERIÁTRICOS
El concepto de síndrome geriátrico alude a unas circunstancias desfavorables de salud, originadas por la conjunción de ciertos factores y enfermedades, que afectan a los mayores. Siendo muy prevalentes en las personas de más de 80 años.
Este conjunto de síndromes cobran importancia toda vez que minan la independencia de las personas mayores. Sin duda, son un serio obstáculo para la realización de las actividades de la vida diaria más básicas y su libertad de movimiento y desarrollo de la vida social.
Pensemos que la calidad de vida de una persona se evalúa en función de su autonomía personal y de la capacidad de poder llevar adelante su proyecto vital.
En este sentido, los síndromes geriátricos, dado las nefastas consecuencias que ocasionan en la salud física, psicológica y/o social de los ancianos, impactan negativamente en sus vidas. Impidiendo, así, poder continuar con su desarrollo personal y disfrute de la vida diaria, a menos que cuente con apoyo externo. Sea este familiar o profesional.
Además, más allá de los problemas de salud adheridos al propio síndrome, están los efectos secundarios que pueden producir en la vida personal. Por ejemplo, uno de los más preocupantes es el aislamiento social de la persona anciana. Una opción involuntaria en la gran mayoría de los casos, pero que se escoge para evitar vivir situaciones incómodas o peligrosas.
Pensemos en el caso de mayores con incontinencia urinaria —y que se niegue a usar pañales— o con inestabilidad y riesgo de caídas. Para estas personas, quedarse en casa puede ser una solución momentánea, pero a largo plazo resultará muy perjudicial. Llevándoles a padecer episodios depresivos y sedentarismo. Lo cual aún agravará su estado de salud global.
CUÁLES SON LOS 5 SÍNDROMES GERIÁTRICOS MÁS IMPORTANTES
Seguramente muchos os estaréis preguntando cuáles son los síndromes geriátricos más comunes y problemáticos. Ciertamente hay muchos, pero aquí solo mencionaremos los 5 síndromes fundamentales, por su gran prevalencia en las historias clínicas de las personas mayores. No obstante, y como señalamos previamente, a más edad, mayor será su presencia en la población anciana, siendo los sujetos octogenarios o nonagenarios los grandes perjudicados.
- Incontinencia urinaria. La pérdida involuntaria de orina la sufre un importante porcentaje de la población mayor de 65 años. Su presencia puede provocar infecciones urinarias, úlceras cutáneas; caídas, problemas de higiene; disminución de la autoestima, aislamiento social e incluso depresión. El motivo de este síndrome suele residir en ciertos fármacos que generan un efecto diurético, así como en alteraciones fisiológicas.
- Inestabilidad o tendencia a caídas. Fuente de lesiones, fracturas e incluso causa de mortalidad. Su existencia limita mucho la actividad física de la persona, por miedo a caerse y ocasionar una fractura ósea. La cual puede generar otras complicaciones patológicas o sociales, debido a una mayor dificultad en su recuperación. La inestabilidad está asociada a la debilidad muscular, alteraciones en la movilidad y el equilibrio, o como efecto de enfermedades neurodegenerativas, entre otras.
- Fragilidad. El concepto clínico de anciano frágil hace referencia a la disminución de sus reservas fisiológicas. Ello se traduce en debilidad muscular, escasa resistencia, fatiga crónica, lentitud, comorbilidad osteomuscular, cardiológica o mental, polifarmacia,…
- Síndrome de Inmovilidad. Afecta al 20% de las personas con más de 65 años, aunque se eleva al 50% de los mayores de 80 años. Supone una incapacidad en la movilidad y el mantenimiento del equilibrio. Su origen es diverso: dolencias osteoarticulares, como la artritis, enfermedades cardiovasculares, hospitalización prolongada, trastornos neurodegenerativos, etc.
- Deterioro cognitivo. Uno de los síndromes más frecuentes y graves. Se trata de la pérdida de memoria o disminución relevante de las funciones mentales superiores. Está vinculado a las enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer, las demencias; trastornos cognitivos leves asociados a la edad o del síndrome confusional agudo. Este último se presenta en casos de patologías diversas, anemias, cambios de entorno o ingresos hospitalarios. Provoca situaciones de dependencia elevadas.
TRATAMIENTOS INDICADOS PARA AMINORAR SU IMPACTO
Gran parte de estos síndromes geriátricos y sus efectos adversos pueden prevenirse o contrarrestarse mediante un diagnóstico precoz, tratamiento y la adquisición de hábitos saludables. Entre ellos la actividad física, el entrenamiento adaptado a las necesidades físicas o cognitivas de cada paciente; o bien mediante programas de rehabilitación geriátrica.
Por otro lado, la intervención terapéutica profesional, como la fisioterapia, la terapia ocupacional u otras terapias no farmacológicas pueden ser de gran ayuda. Si no para eliminar el síndrome, sí para contenerlo, subsanarlo o retrasar su evolución.
No obstante, cualquier abordaje sanitario o terapéutico que se inicie debe partir de una valoración integral y contar con una intervención multidisciplinaria. Así, la toma de fármacos o psicofármacos en cantidades lo más reducidas posibles y el empleo de terapias no farmacológicas y programas de rehabilitación funcional o neuropsicológica dan buenos resultados.
Por último, insistimos en la necesidad de practicar hábitos de salud beneficiosos para evitar la aparición de enfermedades, mayor fragilidad o problemas de incontinencia urinaria. Por citar algunos casos. Asimismo, el contar con una red familiar o social de apoyo es fundamental para estimular la prevención, la rehabilitación o la recuperación de la salud de los mayores.
CÓMO EVITAR QUE SE PADEZCAN LAS CONSECUENCIAS DE LOS SÍNDROMES GERIÁTRICOS
Sin duda, la mejor forma de eludir los síndromes geriátricos es mantener desde jóvenes —o lo antes posible—un estilo de vida saludable y consecuente. En el cual tenga cabida una alimentación equilibrada; el ejercicio físico y la estimulación cognitiva constante; así como una rutina diaria que incluya la vida social y actividades fuera de casa. También es importante invertir tiempo en el desarrollo personal y en un ocio productivo que aumente la sensación de valía y autoestima.
Por otro lado, como sociedad, debemos facilitar la inclusión social de las personas mayores. Respetando sus características y necesidades y promoviendo su participación social. En este aspecto cabe evitar toda actitud edadista o crítica con sus limitaciones.
Al tiempo que debemos brindar espacios públicos y entornos urbanos que eliminen todas las barreras arquitectónicas que perjudiquen su autonomía. Es decir, hay que instaurar ciudades amigables con las personas mayores, o que detenten una movilidad reducida u otros problemas de discapacidad. Así, favoreceremos su socialización y podrán disfrutar de los beneficios de la vida al aire libre.
Finalmente, y retomando las premisas que fomenta este año 2022 el Día Mundial de la Salud, toda la ciudadanía ha de: «Priorizar el bienestar humano a largo plazo y la estabilidad ecológica». Tal como recomienda la OMS y otros organismos asociados.
En efecto, el cambio climático y la gran producción de contaminación ambiental repercute negativamente en la salud de todos, pero especialmente de las personas con salud más vulnerable. Y es que la contaminación está en la base de la «morbilidad derivada de los accidentes cerebrovasculares, las cardiopatías, el cáncer de pulmón y las enfermedades respiratorias tanto crónicas como agudas». Enfermedades que tienen un gran impacto en el colectivo de las personas mayores.
Con todo, lo primordial es apoyar a nuestros mayores no dejándolos solos. Los centros de día y las residencias, como la nuestra, ofrecen asistencia sanitaria, atención personalizada y mucha compañía. Representando un valioso recurso sociosanitario para salvaguardar el bienestar integral de los mayores hasta sus últimos días.
REFERENCIAS CONSULTADAS
- Escuela de Posgrado de Medicina y Sanidad (2021). ¿Cuáles son los 5 grandes síndromes geriátricos? Recuperado de https://bit.ly/3DEWZxz
- Gómez Ayala, A. E. (2005). Grandes síndromes geriátricos. Recuperado de https://bit.ly/3yf0ebB
- Organización Panamericana de la Salud (OPS) (2022). Día Mundial de la Salud 7 de abril de 2022: Nuestro planeta, nuestra salud. Recuperado de https://bit.ly/3x1ljsc
Redactora creativa. En la Universidad de Vigo obtuve un título en Economía, en la Escuela Elisava de Barcelona cursé un posgrado en Creatividad y Publicidad, y entre libros y talleres de escritura creativa aprendí a escribir. Trato de enfocarme en lo que marcas y clientes buscan, aportando mi estilo, trato de hacer llegar el mensaje de marcas y clientes a los lectores.
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