En el Día Mundial para la Prevención del Suicidio, queremos sacar a la luz esta problemática de salud pública y su relación con la tercera edad. Porque, en efecto, el suicidio en adultos mayores es considerablemente prevalente y merece un análisis que nos lleve a conocer sus causas y factores de riesgo. Y sobre todo porque consideramos necesario darle voz a esta realidad tan tabú en nuestra sociedad, a fin de afrontarla y buscarle soluciones.
Contenidos
- 1 En el Día contra el Suicidio miramos de frente su impacto en las personas mayores
- 2 Hablemos del suicidio en adultos: ¿un problema de salud mental?
- 3 Principales causas del suicidio en adultos mayores
- 4 Cómo prevenir el suicidio en adultos mayores
- 5 ¿Qué puede hacer alguien cercano a una persona con ideaciones suicidas?
- 6 Teléfonos contra el suicidio y otras ayudas disponibles para prevenir el suicidio
- 7 El papel de los centros geriátricos en la prevención del suicidio en adultos mayores
- 8 Referencias consultadas
En el Día contra el Suicidio miramos de frente su impacto en las personas mayores
Cada 10 de septiembre se celebra Día Internacional para la Prevención del Suicidio promovido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y Asociación Internacional para la Prevención del Suicidio (IASP). Un día que no tiene todavía la repercusión que se merece en nuestra sociedad, pues el suicidio, así como la muerte, sigue siendo un tema tabú. Sin embargo, por dura que sea esta realidad, el suicidio en adultos mayores es un fenómeno de proporciones elevadas. Por eso, aunque no sea un tema cómodo, nos parece necesario afrontarlo para incitar al replanteamiento y la búsqueda de soluciones para prevenir el suicidio.
En efecto, cada vez la sociedad se hace más consciente y sensible hace este fenómeno social y de salud pública que significa el suicidio. Pero la tendencia actual es a comentar aquellos casos de conductas suicidas que se confirman en menores o jóvenes; ya no tanto en casos de personas adultas.
Y, por supuesto, como viene siendo la tónica habitual en lo que concierne a la tercera edad, el suicidio en personas mayores suele silenciarse. Como si no se valorase la pérdida de una vida humana cuando se trata de una persona de edad avanzada. Pero toda vida debe ser valorada de igual manera, independientemente de los años.
Esta conciencia social nos lleva hoy, aprovechando que es el Día contra el Suicidio, a arrojar luz sobre esta triste realidad que acecha a las personas mayores de nuestro entorno. ¿Por qué llegan al punto de desear desaparecer de esta vida y se opta por el suicidio? ¿Qué tan mal debe sentirse una persona para tomar tan drástica e irreversible decisión? ¿De qué adolece nuestra sociedad anciana que les aboca a quitarse la vida?
Sin duda, son cuestiones que debemos conocer y analizar para tratar de contrarrestar los factores de riesgo de suicidio que afectan a los mayores.
La tasa de suicidio en Bilbao y en Euskadi
Sabemos que en, líneas generales, en el Estado español cada día 10 personas se quitan la vida y que , desde el año 2020, el suicidio de en niños y adolescentes aumentó un 250 %. De hecho, los jóvenes entre 15 y 29 años son el grupo de edad con personas más vulnerables, que ven en las conductas suicidas su única salida. Y ampliando más nuestra perspectiva, un millón de personas se suicidan cada año a lo largo del mundo. Cifras realmente estremecedoras y preocupantes.
Pero si observamos y pesquisamos en nuestro alrededor inmediato, encontramos que en la Comunidad Autónoma de Euskadi, el mayor riesgo de suicidio se da entre personas de 50 a 59 años. En 2021 este grupo etario registró 34 decesos por suicidio. La población menor de 49 años, incluyendo a adolescentes y jóvenes, sufrió 53 pérdidas de vida; mientras que la población de entre 60 y más de 90 años, durante el 2021, registró un total de 61 suicidios.
En total, la tasa de suicidio de Euskadi, el año pasado, alcanzó a 148 fallecimientos —107 hombres, 41 mujeres—. No obstante, cabe destacar que en el año 2020 fueron 184 las personas se suicidaron en Euskadi.
Ahora bien, si disgregamos estos datos entre las tres provincias vascas, Bilbao se alza con creces el triste récord de ser la provincia con más suicidios. Un total de 71 personas se quitaron la vida en 2021. El grupo de jóvenes, o menores de 39 años, deja 11 ausencias; mientras que la población agrupada en la tercera edad presenta, al menos, 28 muertes por suicidio.
Entonces, ¿por qué no se visibiliza esta problemática de salud mental que tanto afecta a los adultos mayores? Es hora de poner en marcha mecanismo de prevención del suicidio, pero para ello es necesario hablar de este fenómeno.
Hablemos del suicidio en adultos: ¿un problema de salud mental?
Efectivamente, cuando se menciona el suicidio se alude a esta clase de fallecimientos en menores o jóvenes, y si bien parece ser que esta tasa de suicidio se ha incrementado, no son la población protagonista. «No son ellos los que presentan mayor volumen de muerte. Las tasas son bajas. El volumen que crece es el de edades intermedias. Y la más vergonzosa es la de mayores de 80 años». Estas son palabras proferidas por Cristina Blanco, presidenta de AIDATU —Asociación Vasca de Suicidología— y profesora de sociología de la UPV; quien ha experimentado en primera persona el suicidio de un familiar.
Además, las cifras se quedan cortas, porque ciertamente la mayoría de suicidios siguen ocultándose bajo la etiqueta de accidentes por motivos de estigma social. Pero sea como fuere, las proporciones que adquiere el suicidio como causa de muerte en las personas mayores de 65 años lo convierten en un problema de salud pública. Y especialmente en un problema de salud mental.
Si bien, es importante destacar que, aunque sí es verdad que muchas personas que padecen un trastorno mental tienen pensamientos suicidas; muchas otras personas que acaban consumando el suicidio no sufren ninguna enfermedad mental. En este sentido, son diversos los factores de riesgo que pueden impulsar el suicidio en adultos mayores, como iremos desentrañando.
Otro mito popular que conviene matizar: el impacto de la irrupción de la pandemia en el aumento de las ideaciones suicidas. En parte es verdad. Pero no nos engañemos, el problema del suicidio afecta a la comunidad vasca —y a todo el mundo— desde hace años. Ahí están las estadísticas tan devastadoras como inaceptables en una sociedad tan avanzada como se supone que es la nuestra. Con todo, no cabe duda de que la pandemia ayudó a visibilizar un poco esta triste realidad social.
Principales causas del suicidio en adultos mayores
Según el Instituto Nacional de Estadística (INE) el suicidio fue la primera causa de muerte externa en hombres, mientras que en mujeres fue la tercera, ocupando el primer lugar las caídas accidentales. Así como se constata que el intento de suicidio en adultos de edad avanzada suele ser un acto premeditado.
El suicidio es un problema complejo y multifactorial, pues posee condicionamientos psicológicos, ambientales, sociales y biológicos. Gracias a diversos estudios realizados se sabe que existen ciertos factores de riesgo de suicidio según los grupos de edad.
Las investigaciones evidencian que con respecto a las personas mayores, los factores médicos —problemas de salud—, sociodemográficos y psicosociales están relacionados con la aparición de la conducta suicida. No obstante, podemos señalar como factores de especial importancia:
- Sentimientos de desesperanza profundos
- Trastornos mentales: depresión, trastorno bipolar, de personalidad, ansiedad, etc.
- Tener dolor físico constante a causa de una dolencia
- Padecer enfermedades crónicas, neurodegenerativas o algún tipo de cáncer
- Vivir solos o estar expuestos a mucha soledad
- Sufrir situaciones de aislamiento social
- Conflictos o distanciamiento familiares
- Problemas económicos
- Antecedentes familiares de suicidio
- Uso abusivo de sustancias psicoactivas como fármacos o alcohol
- Intentos previos de suicidio
Sin duda, la depresión es una patología prevalente en la mayoría de las personas mayores y que está asociada negativamente con la ideación y la conducta suicida en la tercera edad. Se estima que más de un 60 % de personas mayores que intenta suicidarse presenta síntomas depresivos.
Pero también cualquier enfermedad que lleve a una situación de discapacidad y dependencia o a sufrir altos niveles de estrés puede desencadenarlas. Al igual que una confluencia de factores como soledad, fallecimientos de familiares queridos, carencia de recursos económicos, el verse incapaz de sobrevivir solos o falta de ilusión por vivir pueden llevar a quitarse la vida.
Cómo prevenir el suicidio en adultos mayores
El suicidio es prevenible en gran parte de los casos, si se actúa de forma preventiva y desde un planteamiento multidimensional. Porque la intervención de los profesionales de salud mental puede ser de gran ayuda, pero siempre que los ciudadanos puedan buscar ayuda en estos servicios. Cosa que en el actual sistema sanitario público no es tan sencillo, ni tan accesible. Además, recordemos que no todos los suicidios consumados tenían como causa principal algún problema de salud mental propiamente dicho.
Como reconoce Cristina Blanco: «Hay que ir primero al médico de atención primaria y que nos de consulta en psiquiatría y ahí tenemos dificultades porque están saturados». Por tanto, contar con una auténtica y eficiente red pública para dar una atención de calidad a las personas con ideas suicidas es fundamental.
Pero existen otro tipo de agentes sociales que deben actuar de manera coordinada e interdisciplinaria con el sistema de salud. Por ejemplo, el ámbito educativo, los medios de comunicación, el ámbito comunitario. Si bien, hay que reconocer que su prevención está lejos de ser una prioridad política, social, mediática o sanitaria en nuestra sociedad.
En este sentido, es vital hablar, poner voz a este fenómeno complejo. Porque aún supone un tema lleno de tabú y silencio social que tiene un pernicioso efecto de contagio en los propios familiares, que callan por vergüenza o sentimientos de culpa estas experiencias.
En suma, hay que sensibilizar a toda la sociedad y a los agentes sociales sobre el suicidio; exhortar a los familiares o personas cercanas que han vivido la experiencia de perder a un ser querido por esta causa de muerte a no esconder su duelo. Crear campañas públicas para la prevención del suicidio o que reporten servicios para atender a las personas con pensamientos suicidas. En definitiva, se trata de visibilizar este hecho y ofrecer alternativas y apoyos declarados para evitarlo.
¿Qué puede hacer alguien cercano a una persona con ideaciones suicidas?
En el caso de las personas mayores, las personas de su entorno debemos estar más pendientes de sus necesidades y su estado emocional. Especialmente los familiares, pero también las personas del entorno comunitario hemos de pasar más tiempo con ellos; pues es de vital importancia evitar toda posibilidad de aislamiento social y sensación de soledad.
Teniendo presente los factores de riesgo mencionados anteriormente, se puede intentar contrarrestarlos y fomentar factores de protección social que les ayuden a vivir su vejez hasta el final. Siempre, eso sí, que sea una etapa de envejecimiento digna y con la mayor calidad de vida posible.
El hablar con ellos nos permite conocer cuáles son sus preocupaciones y buscar soluciones para remediarlas. Dichas soluciones pueden venir de la mano de los servicios sociales, el sistema de salud pública, la asistencia a centros para mayores; la compañía o convivencia con otros familiares, etc.
En todo caso, cabe prestar atención a los sentimientos de desesperanza, impotencia o estrés; las menciones constante a la muerte; falta de autocuidado, quejas sobre su estado de salud deficitario, sobre todo si padece enfermedades crónicas; cambios drásticos en su rutina; acciones autodestructivas o imprudentes, etc. Estas pueden ser señales de alarma.
No obstante, a este punto, nos parece conveniente compartir otra vez las palabras de Cristina Blanco: «No hay una sola causa. [El suicidio] es un fenómeno complejo que a veces da señales de alarma y deberíamos ser capaces de reconocerlas. Pero decir también a la gente que no siempre se puede evitar».
Y es que el suicidio en un adulto mayor no deja de ser una decisión personal sobre la cual los demás no tenemos control. Y, por muy devastador y doloroso que sea aceptarlo, hay que estar reconciliados con esta idea. Siempre se puede ayudar, acompañar… pero el resultado final solo depende de la persona con pensamientos suicidas.
Teléfonos contra el suicidio y otras ayudas disponibles para prevenir el suicidio
Por tanto, cuando una persona intenta suicidarse, y más aún en suicidios consumados, esta situación no solo significa un terrible drama individual. A menudo se convierte en un drama familiar; ya que sus seres queridos quedan desolados y con un tremendo sentimiento de culpa por no haber podido evitar tan fatal desenlace.
Actualmente, existen varias vías de ayuda telefónica para intentar ayudar a las personas con pensamientos suicidas, o incluso a sus familiares. Están disponibles todos los días, las 24 horas. Os mencionamos algunos de ellos:
- SOS DEAIK: 112
- Teléfono de la esperanza: 717 003 717
- Teléfono de la Esperanza Bizkaia: 944 100 944
- Teléfono de la Esperanza Gipuzkoa: 900 840 845
- Asociación La Barandilla, teléfono contra el suicidio: 911 385 385
Otro recurso que puede ser de utilidad es la aplicación móvil de Prevensuic de la Fundación Española para la prevención del suicidio. Ha sido creada con el objetivo de «disminuir la ideación, los intentos y las muertes por suicidio y, llegado el caso, ayudar en el duelo de sus supervivientes». Lo interesante de esta App es que está dirigida no solo a las personas vulnerables en riesgo de suicidio; sino también a familiares, profesionales sanitarias y toda la poblacion en general.
Asimismo, os compartimos en el apartado de referencias consultadas una Guía práctica en prevención del suicidio para personas mayores, elaborada por el Ministerio de Sanidad en colaboración con diversos Organismos de la Comunidad de Aragón y Cruz Roja. De lectura fácil y al punto, puede ser de gran ayuda tanto para los adultos mayores como para sus allegados.
Finalmente, el sitio web de AIDATU dispone de una sección muy completa de guías de orientación y ayuda relacionados con la temática del suicidio. Muy útiles para personas en riesgo, familiares, profesionales, etc.
El papel de los centros geriátricos en la prevención del suicidio en adultos mayores
Finalmente, queremos recordar que los centros residenciales o centros de día tenemos como misión social acoger a las personas mayores en nuestros espacios para brindarles cuidados y compañía. Principalmente las residencias para ancianos contamos con un equipo profesional multidisciplinar entre los que se encuentran personal sanitario y profesionales de la salud mental. Destinado no solo a los residentes mayores, sino también a sus familiares.
En este aspecto, la función de los centros para mayores, más allá de la labor asistencial, es proporcionar un envejecimiento activo y saludable. Para lo cual se llevan a cabo todo tipo de servicios sociosanitarios que protegen y refuerzan la salud física, mental, emocional y social de las personas mayores.
Así, las diversas actividades psicosociales, celebraciones de eventos, excursiones, talleres de gerontogimnasia, estimulación cognitiva, etc. están pensadas para llenar de actividad y diversión la vida cotidiana de los mayores. Sin olvidar que, en el caso de las personas en situación de dependencia y que precisan cuidados de larga duración, también reciben una atención integral que repercuta positivamente en todas las áreas de su salud.
En este aspecto, cada vez más, los centros geriátricos abogamos por un modelo de atención centrado en la persona que respete su individualidad, su proyecto de vida y su dignidad. Y todos estos son factores protectores que pueden ayudar a prevenir el suicidio en adultos mayores.
Esperamos que este artículo sobre la dura realidad del suicidio en adultos mayores os resulte de utilidad y haya servido para visibilizar más esta problemática.
Referencias consultadas
- AIDATU (s/f). Guías: Orientación y Ayuda. Recuperado de https://bit.ly/3evZ4mQ
- Báez, M. (2020). Suicidio en adultos mayores, una dura realidad poco conocida. Recuperado de https://bit.ly/3eeu36P
- Bengué, L. (2021). Aumento de suicidios en Euskadi. Cristina Blanco, AIDATU: «Las cifras de suicidio son escandalosas desde hace tiempo». Recuperado de https://bit.ly/3ATjP3r
- Consejo General de la Psicología de España (2022). Guía práctica de prevención del suicidio en Personas Mayores. Recuperado de https://bit.ly/3eteoRm
- Euskadi.eus (2022). Suicidios de la C.A. de Euskadi por grupos de edad, Territorio Histórico y sexo. Recuperado de https://bit.ly/3egu0Yb
- Fundación Española para la Prevención del Suicidio (s/f). Prevensuic: Hablar es prevenir. Prevención del suicidio. Recuperado de https://bit.ly/3RnD641
- Ortín, J. V., & Lucas-Torres, M. I. L. (2021). Factores relacionados con el suicidio en personas mayores: Una revisión sistemática. Recuperado de https://bit.ly/3TP3DsW
- Soriano Barceló, J. & al. (2019). Perfil de los intentos de suicidio en personas mayores de 65 años del area sanitaria de santiago de compostela en el periodo de 2015 a 2017. Recuperado de https://bit.ly/3x13IQd
- Torrijo, S. L.& al. (2022). El suicidio en personas mayores. Recuperado de https://bit.ly/3TDCs3Y
Redactora creativa. En la Universidad de Vigo obtuve un título en Economía, en la Escuela Elisava de Barcelona cursé un posgrado en Creatividad y Publicidad, y entre libros y talleres de escritura creativa aprendí a escribir. Trato de enfocarme en lo que marcas y clientes buscan, aportando mi estilo, trato de hacer llegar el mensaje de marcas y clientes a los lectores.
Deja una respuesta