En los últimos años se habla con frecuencia del envejecimiento activo y saludable, pero muchas personas no saben exactamente qué implica y cómo lograrlo. Sin embargo, su asunción es primordial para gozar de una buena calidad de vida y envejecer con bienestar físico, social y mental. Por eso en la residencia Otxartaga apostamos tanto por la promoción del envejecimiento activo.
Contenidos
- 1 EL ENVEJECIMIENTO ACTIVO COMO PARADIGMA DEL BIENESTAR DE LAS PERSONAS MAYORES
- 2 LA PROMOCIÓN DEL ENVEJECIMIENTO ACTIVO DESDE LOS CENTROS RESIDENCIALES
- 3 7 RECOMENDACIONES PARA DISFRUTAR DE UN ENVEJECIMIENTO SALUDABLE
- 4 EL OCIO DE CALIDAD COMO MOTOR DE LA PROMOCIÓN DEL ENVEJECIMIENTO ACTIVO
- 5 REFERENCIAS CONSULTADAS
EL ENVEJECIMIENTO ACTIVO COMO PARADIGMA DEL BIENESTAR DE LAS PERSONAS MAYORES
El incremento de la esperanza de vida y los avances sanitarios en la mayor parte del mundo, la etapa del envejecimiento se prolonga más en el tiempo. Pero el aumento de los años por vivir no siempre va aparejado de una esperanza de vida saludable ni una vejez de calidad. Para ello es necesario que las personas adquieran unas pautas de hábitos que permitan a las personas disfrutar de un bienestar físico, social y mental. En ello consiste el concepto de envejecimiento activo y saludable.
En este sentido, dado el amplio conjunto de edad que se atribuye actualmente a la etapa de la vejez, es preciso un cambio de paradigma social. El cual debe implicar una percepción más positiva que derive en una actitud más inquieta y proactiva. Pues, con el envejecimiento adquirimos más sabiduría y madurez intelectual y emocional. Además de ser una etapa de oportunidades para nuevas experiencias que enriquezcan el desarrollo personal o para rescatar antiguas aficiones no desarrolladas.
La promoción del envejecimiento activo enseña a las personas a vivir con salud y prevenir situaciones de vulnerabilidad personal. La clave radica en cultivar la curiosidad y alentar la consecución de un proyecto de vida.
En realidad, el término de envejecimiento activo hace referencia al mantenimiento no solo de la actividad física y mental de las personas mayores. Sino que pone el énfasis en promover la participación social de ellas en sus contextos cotidianos y comunitarios. De hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS) define este concepto como «el proceso de optimización de oportunidades de salud, participación y seguridad; con el objetivo de mejorar la calidad de vida a medida que las personas envejecen».
LA PROMOCIÓN DEL ENVEJECIMIENTO ACTIVO DESDE LOS CENTROS RESIDENCIALES
No obstante, dicha concepción del envejecimiento activo se ampliaría con un cuarto pilar: el aprendizaje a lo largo de la vida. Un aspecto que señala la importancia de seguir abriéndonos a nuevas experiencias y formaciones para aumentar nuestro nivel de bienestar y satisfacción personal.
Es por ello que en los centros residenciales como Otxartaga fomentamos tanto el desarrollo de actividades psicosociales y culturales. Ya que promueven en nuestros mayores nuevos aprendizajes, la motivación por participar en la sociedad —o en nuestro centro— de forma activa y aumentar su red de relaciones sociales.
Sin embargo, cierto es que para iniciar nuevas metas o ampliar nuestra participación social, es necesario que la salud nos acompañe. De ahí que mantener un estilo de vida saludable sea una prioridad. Por eso, en nuestro programa de servicios integrales se promocionan las sesiones de ejercicio físico, los talleres de terapia ocupacional y de la estimulación cognitiva.
Y es que, la salud debe considerarse y atenderse como un complejo holístico que incumbe al óptimo estado físico, a la salud mental y a las relaciones sociales de calidad. Todo ello, unido al fomento del desarrollo emocional y el fortalecimiento de la autoestima, es lo que garantiza calidad de vida a nuestros mayores.
Con todo, cualquier plan de acción o intervención que promueva la filosofía del envejecimiento saludable debe tener a la persona mayor como protagonista total. Es decir, contemplar —y, por supuesto, respetar— sus necesidades, deseos y capacidades; salvaguardando su dignidad y sin olvidar que tratamos con adultos con voluntad propia.
Sin duda. el comulgar con esta concepción del envejecimiento, mucho más proactiva y realista, ayuda a erradicar la manía de querer infantilizar a los mayores. A dejar de confundir sus limitaciones de salud —si las tienen— con falta de autogestión y de poder de decisión.
7 RECOMENDACIONES PARA DISFRUTAR DE UN ENVEJECIMIENTO SALUDABLE
Tal como asevera la OMS «envejecer de manera saludable no significa envejecer sin enfermedades. Envejecer de manera saludable significa ser capaz de hacer durante el máximo tiempo posible las cosas a las que damos valor». Ello quiere decir que ante todo se debe trabajar por un envejecimiento donde las capacidades funcionales y la autonomía personal se mantengan el máximo tiempo posible. Al tiempo que se sigue velando por el crecimiento personal de los adultos mayores.
Para lograr este objetivo es necesario nutrir hábitos de vida saludable que fortalezcan la salud y el espíritu de la persona. Entre dichas costumbres diarias podemos mencionar:
- Seguir una dieta saludable y equilibrada, con productos locales y de temporada y donde el consumo de líquidos nunca falte.
- Realizar una actividad física continua. Que incluya paseos, ejercicios de fuerza, equilibrio y flexibilidad. Actualmente existen muchos programas de gimnasia para mayores, tanto en los centros cívicos de los barrios como en los centros de día o residenciales.
- Entrenar la mente a diario. Ejercitando la memoria y estimulando el cerebro con lectura o escritura, juegos de mesa, etc. Relacionándose con las personas del entorno —familia, amigos, vecinos—; participando en actividades educativas o culturales que aumenten los conocimientos y habilidades.
- Mantener un alto nivel de autocuidado corporal. Realizando consultas médicas o chequeos con regularidad. Cuidando la salud bucodental, nutriendo la piel, acudiendo a sesiones de podología para tratar los pies, durmiendo lo suficiente, etc.
- Socializar y mantener relaciones interpersonales y afectivas. Mantener una vida social activa genera mucho bienestar emocional y equilibra los estados de ánimo.
- Apuntarse a viajes, excursiones o actividades culturales. Este tipo de actividades de ocio aportan nuevos conocimientos y experiencias diferentes que producen muchos beneficios porque nos sacan de la rutina. Resultan novedosas, estimulan el cerebro porque permiten nuevos aprendizaje. Fomentan la interacción social y el conocer personas nuevas, y son muy divertidas y placenteras
- Realizar acciones solidarias con la comunidad. Pocas cosas aportan tanta satisfacción personal como participar en actividades solidarias. Además, suponen un desempeño ocupacional para los mayores, que refuerza su autoestima y los hace sentirse útiles.
EL OCIO DE CALIDAD COMO MOTOR DE LA PROMOCIÓN DEL ENVEJECIMIENTO ACTIVO
Por supuesto, existen muchas acciones más que redundan en una vida satisfactoria durante la etapa del envejecimiento. Aquí solo nombramos las más asequibles y comunes. Lo importante es que la persona mayor mantenga una vida activa, social y sana.
Dado que la vejez es una etapa donde las personas disponen de más tiempo libre, es sumamente aconsejable que aprovechen ese tiempo de forma valiosa. Esto es, haciendo actividades que les gusten y les aporten sensación de plenitud.
En este aspecto, tener un ocio sustancial supone un pilar fundamental para disfrutar de una calidad de vida maravillosa. Porque dedicar tiempo a esas aficiones que nos llenan de pasión o llevar a cabo un propósito deseado da sentido a nuestra vida. Nos inspira, nos alegra y nos motiva a levantarnos cada día.
En nuestro centro sabemos cómo mejora el estado de ánimo de las personas, y su salud integral, realizar actividades que les apasionen. Pero también que puedan compartir con los demás. Y, afortunadamente, hoy en día existen múltiples tipos de actividades de ocio destinada al colectivo de mayores que fomentan un envejecimiento saludable. Desde actividades lúdicas y recreativas hasta actividades manuales, pasando por actividades de ocio cultural, formativo, deportivo o solidario.
Sin duda, el ocio valioso juega un papel destacado en la promoción del envejecimiento activo. Porque, más allá del entretenimiento que pueda producir, su valor está en las experiencias gratificantes que aporta. De ahí que sea tan primordial su promoción entre la población de edad avanzada. Y es que venimos de una sociedad donde el ocio no estaba bien visto y las generaciones pasadas daban importancia a la productividad y las responsabilidades.
Sin embargo, los centros para mayores centramos nuestra función en promover este nuevo paradigma de envejecimiento, mucho más positivo y determinado. En el cual las ilusiones, inquietudes y acciones son la hoja de ruta de esta etapa vital.
REFERENCIAS CONSULTADAS
- Álvarez Fernández, I. (2017). Proyecto de envejecimiento activo con personas mayores institucionalizadas. Recuperado de https://bit.ly/2Q5Lefn
- Departamento de salud. Gobierno Vasco (s/f). Envejecimiento activo y saludable. Recuperado de https://bit.ly/3ixodNG
- Organización Panamericana de la Salud & Organización Mundial de la salud (s/f). Envejecimiento saludable. Recuperado de https://bit.ly/3jB0Q5f
Redactora creativa. En la Universidad de Vigo obtuve un título en Economía, en la Escuela Elisava de Barcelona cursé un posgrado en Creatividad y Publicidad, y entre libros y talleres de escritura creativa aprendí a escribir. Trato de enfocarme en lo que marcas y clientes buscan, aportando mi estilo, trato de hacer llegar el mensaje de marcas y clientes a los lectores.
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