En la residencia Otxartaga estrenamos el 2021 más inmunizados contra la pandemia que nos asola. Nuestros residentes mayores y todo el personal sociosanitario dijimos sí a la vacuna COVID-19. Estamos convencidos de que este recurso biomédico resulta clave e indispensable para vencer la letalidad del SARS-Cov-2. Por eso animamos a toda la sociedad a que participe en la campaña de vacunación.
Contenidos
- 1 LA VACUNA COVID-19 YA FORMA PARTE DE LOS RECURSOS SANITARIOS DE NUESTRA RESIDENCIA
- 2 INFORMACIÓN SOBRE LAS VACUNAS COVID-19 DISPONIBLES
- 3 ¿QUÉ PODEMOS ESPERAR DEL PROCESO DE VACUNACIÓN CONTRA EL COVID-19?
- 4 ¿POR QUÉ ES NECESARIO QUE TODA LA SOCIEDAD SE VACUNE CONTRA EL COVID-19?
- 5 NUESTRA MAYOR BAZA PARA SALIR ADELANTE ES APLICARNOS LA VACUNA COVID-19
- 6 REFERENCIAS CONSULTADAS
LA VACUNA COVID-19 YA FORMA PARTE DE LOS RECURSOS SANITARIOS DE NUESTRA RESIDENCIA
Si el 2020 fue un año fatídico para todos nosotros, y aún más para el colectivo de las personas mayores, comenzamos el 2021 dispuestos a avanzar en medio de la crisis generada por el coronavirus. Nuestra residencia ya está inmersa en el proceso de vacunación contra este temido síndrome respiratorio agudo severo. ¡Prácticamente la totalidad de las personas que conforman la familia de Otxartaga ha optado por recibir la vacuna COVID-19 apenas tuvimos acceso a ella!
La llegada de esta vacuna a nuestro centro, a pocos días de que la Comisión Europea diese luz verde a su expedición, fue sentida como un regalo. Como la materialización de una promesa que esperábamos con urgencia y desvelo. Sin duda, necesitábamos contar con una herramienta que nos garantizase seguridad y eficacia frente al coronavirus. Ya no queremos seguir viviendo con miedo ni ver a nuestros queridos mayores afligidos por tantos cambios en su estilo de vida.
Al igual que sucede con nuestra campaña de la vacuna antigripal, la vacunación contra el coronavirus ha sido muy bien acogida. Nuestros residentes estaban tan deseosos de poder proteger su salud con esta herramienta de salud pública, que dieron su consentimiento expreso y recibieron su certificado de vacunación con mucha emoción.
A partir del día 21 de enero, tres semanas después de haberse aplicado la primera dosis de la vacuna COVID-19, procederemos a administrarnos todos la segunda dosis. Y desde ya contamos con ofrecer la vacuna COVID-19 a toda persona que pase a formar parte de nuestro centro.
Pero seguro que parte de la sociedad aún tiene dudas sobre de qué se trata esta vacuna y en qué consiste el proceso de vacunación propuesto por el Gobierno. Así que, desde nuestros conocimientos sanitarios, queremos compartiros un poco de información sobre este tratamiento biomédico de última generación.
INFORMACIÓN SOBRE LAS VACUNAS COVID-19 DISPONIBLES
En la actualidad son numerosas las vacunas contra el SARS-Cov-2 que están apareciendo en el mercado o que se hallan en las últimas fases de ensayos clínicos. Sin embargo, en nuestro país, de momento, se están aplicando la vacuna de la farmacéutica Pfizer Biontech y en breve comenzará a distribuirse la vacuna de Moderna. Pero, como hemos señalado, no serán los únicos fármacos biológicos del mercado; incluso en un futuro no muy lejano se espera poder comercializar una vacuna española, de la mano de…
En la residencia Otxartaga nuestro personal y nuestros residentes mayores recibirán sendas dosis de la vacuna de Pzifer Biontech. Se trata de un tipo de fármaco novedoso y de última tecnología, perteneciente a la categoría de vacuna de ARN mensajero, cuya innovación reside en insertar en el organismo una secuencia génica para combatir los patógenos.
En otras palabras, este ARN mensajero inyectable proporciona a nuestras células la síntesis de una proteína —proteína S— propia del SARS-CoV-2. A partir de su inoculación, nuestro organismo reacciona creando anticuerpos específicos que nos inmunizan de la infección de este síndrome respiratorio.
Por lo demás, su seguridad y eficacia se ha testado en ensayos clínicos, conformados por tres fases diferenciadas y aplicados en miles de personas durante dichos ensayos, alcanzando un 95% de efectividad. Por tanto, los primeros grupos receptores de nuestra sociedad —mayores y dependientes institucionalizados y personal sanitario y sociosanitario— no corren ningún riesgo de experimentación.
Asimismo, los efectos secundarios que pueden producir las vacunas de ARNm contra el COVID-19 son de carácter leves y escasa duración. Obviamente, en tanto en cuanto el paciente no presente alergia a ninguno de sus componentes. Dichos efectos secundarios pueden manifestarse en forma de dolor de cabeza, dolores musculares, hinchazón en la zona pinchada, mareos o ligero cansancio.
Por nuestra parte, podemos confirmar que en nuestro centro no se ha generado ningún caso de reacción alérgica ni efectos adversos graves que haya que lamentar. Otro de los motivos por los cuales nos sentimos afortunados por contar con esta herramienta de protección inmunológica.
¿QUÉ PODEMOS ESPERAR DEL PROCESO DE VACUNACIÓN CONTRA EL COVID-19?
Tal como apunta el Plan de estrategia de vacunación COVID, elaborado por el Ministerio de Sanidad, se prevé que el proceso de vacunación se realice en diversas fases. En función del grado de prioridad o de alto riesgo que presente cada segmento de la población.
Así, los primeros en disfrutar de su protección serán los mayores que habitan en residencias, el personal que los atiende y los sanitarios en general. A partir de marzo se contempla vacunar a otros grupos de riesgo como los mayores de 65 años, las personas vulnerables que viven en su domicilio, sus cuidadores, las mujeres embarazadas o lactantes y trabajadores indispensables, entre otros.
Según estas previsiones, se espera que hacia finales de mayo se hayan vacunado unos 20 millones de ciudadanos, lo que supone alcanzar el umbral de la inmunidad colectiva. Y a lo largo del verano, el objetivo es comenzar a vacunar la población que no reviste tantos riesgos como los grupos anteriores. En este sentido, mientras no se logre inmunizar a gran parte de la sociedad, el proceso de vacunación no conseguirá su meta final: conseguir disminuir la curva de contagios deteniendo la transmisión nacional masiva.
De ahí que, mientras no se obtenga la inmunidad colectiva, toda la ciudadanía, vacunada o no, deberá seguir manteniendo los protocolos de prevención básicos. Esto es, higiene de manos continua, uso de mascarilla, mantener distancia de seguridad, evitar los espacios cerrados y multitudinarios, etc. Además de tener que seguir conviviendo con restricciones sociales de diversas índoles.
Y es que, la administración de la vacuna COVID-19 no imposibilita que podamos contagiarnos del virus; y, si bien quien esté vacunado tendrá los anticuerpo necesarios para contrarrestar su letalidad en cualquiera de sus mutaciones, ello no impide que podamos propagarlo entre las personas de nuestro alrededor. Por ende, si estas personas no se encuentran inmunizadas sí pueden sufrir los severos efectos del coronavirus.
Todo lo cual justifica la conveniencia de que toda la población, antes o después, opte por vacunarse, aún cuando se trata de un recurso sanitario voluntario.
¿POR QUÉ ES NECESARIO QUE TODA LA SOCIEDAD SE VACUNE CONTRA EL COVID-19?
Esperamos, de todo corazón, que con la información compartida en este artículo sobre la vacunas COVID-19, os hayamos despejado cualquier duda o reticencia. Transformando cualquier supuesto cuestionamiento en motivación para acogerse a la campaña de vacunación contra el coronavirus.
En este punto, secundamos un maravilloso concepto de Nikola Tesla sobre la energía y la importancia de la consciencia social. Él afirma que el avance de la humanidad solo puede conseguirse si participamos el mayor número posible de individuos.
Así, ayudándose de la alegoría de un tren, argumentaba que todos podemos subirnos a un tren en marcha —la vida misma. Pero dependiendo de nuestra actitud y grado de implicación —consciencia social— podemos contribuir a que el tren mantenga su velocidad —las cosas sigan su curso, sin más—; la incremente —aplicando todos los recursos necesarios para avanzar con más celeridad—; o la disminuya —haciendo caso omiso a las recomendaciones o la utilización de los recursos a nuestro alcance.
En suma, cada persona, con sus decisiones y sus acciones, influye en el progreso y el bienestar del resto de la población. De ahí que debemos pensar como si todos fuésemos uno. En este momento que vivimos, en plena pandemia y crisis social y sanitaria, ¡necesitamos que todos agreguemos velocidad al tren!
Esa aceleración para salir de esta situación crítica implica que la mayor cantidad de ciudadanía, sino toda, abogue por la administración de la vacuna COVID-19. Ya que, de este modo, todos estaremos inmunizados, lo que significa que frenaremos los contagios masivos y, lo que es más importante, la peligrosidad de este virus.
En consecuencia, no conseguiremos superar las restricciones sociales ni neutralizar los efectos negativos de esta pandemia, si no reforzamos el sistema inmunitario. En cambio, haciéndolo, protegemos a la gente con quienes compartimos tiempo, espacio y afectos.
NUESTRA MAYOR BAZA PARA SALIR ADELANTE ES APLICARNOS LA VACUNA COVID-19
Así pues, aún sabiendo que seguimos envueltos en plena pandemia, estamos convencidos de que se abre ante nosotros una nueva etapa. Al menos caminamos hacia un periodo de transición, donde el virus sigue adueñándose del mundo, pero nosotros ya podemos encararlo con mayor seguridad.
Gracias a las nuevas vacunas COVID-19, comenzamos a repensar un futuro donde sigamos conviviendo con este enemigo invisible y virulento; pero sin tener que escondernos ni huir de él. Ahora podemos enfrentarlo y, conforme pasen los meses y se consiga la inmunidad colectiva, hasta afrontarlo.
Es por ello que hacemos un llamamiento a toda la sociedad para que participe, se involucre para que entre todos alcancemos la llamada inmunidad de rebaño. A partir de ese logro, podremos volver a vivir con cierto desahogo y libertad, y con la confianza de que ni nosotros ni nadie de nuestro alrededor corre peligro si estamos juntos.
En este sentido, ojalá toda la ciudadanía detente la convicción y la responsabilidad social que demostraron nuestros residentes ancianos. Sus experiencias de vida y su sabiduría veterana debería ser una guía para los sectores sociales más jóvenes.
No obstante, y pese a la confianza que depositamos en los avances tecnológicos en materia de sanidad y ciencias biológicas; queremos recordar que la vacuna no debe ser concebida como la única medida necesaria para afrontar esta crisis sanitaria y social. Es fundamental que estos logros científicos vengan acompañados de medidas políticas equitativas, que incluyan aspectos económicos y sociales, para que toda la población pueda superar esta crisis devastadora.
Ahora bien, las vacunas cumplen la función sociosanitaria indispensable de proteger a aquellos segmentos de la población que revisten vulnerabilidad clínica —por sus patologías previas. Pero también a quienes presentan más vulnerabilidad social —es decir, personas institucionalizadas, solas, sin recursos, con problemas de acceso a los servicios sanitarios,…
De ahí que para nuestros mayores, residentes o no, las vacunas COVID-19 ofrecen esa doble protección; mientras que para gran parte de la sociedad son un recurso sociosanitario de vinculado a las políticas públicas y asistenciales. Y esa es su gran valía.
REFERENCIAS CONSULTADAS
- Agencia EFE (2021). Un experto en ensayos clínicos explica por qué debemos sentirnos optimistas sobre la vacuna contra la COVID-19. Recuperado de http://bit.ly/3ip3yK8
- Centros para el control y la prevención de enfermedades CDC (2020). Información acerca de la vacuna conta el COVID-19 de Pfizer-Biontech. Recuperado de http://bit.ly/2LNlXEd
- Gobierno de España (2021). Estrategias de vacunación COVID-19. Recuperado de http://bit.ly/3bnjNpD
- Piqueras, M. C. & al. (2020). «Vísteme despacio que tengo prisa». Un análisis ético de la vacuna del COVID-19: fabricación, distribución y reticencia. Enrahonar. An International Journal of Theoretical and Practical Reason, 65, p. 57-73.
Redactora creativa. En la Universidad de Vigo obtuve un título en Economía, en la Escuela Elisava de Barcelona cursé un posgrado en Creatividad y Publicidad, y entre libros y talleres de escritura creativa aprendí a escribir. Trato de enfocarme en lo que marcas y clientes buscan, aportando mi estilo, trato de hacer llegar el mensaje de marcas y clientes a los lectores.
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