Cada vez toma más fuerza en nuestra sociedad la implementación de ciudades amigables con las personas mayores. Es decir, espacios urbanos que sean accesibles, confortables, seguros y respondan a las necesidades de la tercera edad para fomentar un envejecimiento activo e inclusivo. En este artículo indagamos en qué son y de dónde surge la idea de las ciudades y comunidades amigables y qué requisitos son necesarios para optar a esa categoría. Una propuesta que, por lo demás, cuenta con una dimensión internacional y está respaldada por la OMS.
Contenidos
- 1 La propuesta de ciudades amigables con las personas mayores de la OMS
- 2 Ciudades para las personas mayores diseñadas por las personas mayores
- 3 El baremo que define a una ciudad amigable con las personas mayores
- 4 ¿Qué es la Red Mundial de Ciudades y Comunidades Amigables?
- 5 La Diputación de Bizkaia: un ejemplo de implementación de ciudades amigables con las personas mayores
- 6 Hacia una sociedad inclusiva donde toda la ciudadanía más longeva tenga su espacio
- 7 Referencias consultadas
La propuesta de ciudades amigables con las personas mayores de la OMS
En artículos anteriores hacíamos alusión a algunas localidades con espacios públicos accesibles para las personas mayores o con movilidad reducida. Siguiendo con esa temática, nos parece interesante profundizar en cómo se va desarrollando el proyecto de ciudades amigables con las personas mayores promovido por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Una propuesta mundial que a nivel europeo se enmarca en la Declaración de Dublín de 2013 sobre ciudades y comunidades amigables con las personas de edad en Europa.
La consciencia de crear entornos accesibles y que mejoren las experiencias sociales y vitales de las comunidades en su conjunto es una inquietud que la OMS se preocupa en divulgar. En efecto, la concepción de las ciudades amigables surge por la necesidad que muestran ciertos colectivos para poder disfrutar de una vida social de calidad. Donde sientan que sus barrios y comunidades están abiertos a su presencia.
Lo que se consigue creando espacios humanos, agradables, funcionales, adaptados a las necesidades e intereses de las personas de cualquier edad y exentos de barreras arquitectónicas que impidan la movilidad.
En este sentido, una ciudad amigable con las personas mayores es aquella que:
- Ofrece a los adultos mayores oportunidades de participación social y de contribución a sus comunidades.
- Promueve el envejecimiento saludable invitándolos a salir a disfrutar de sus espacios exteriores.
- Garantiza un envejecimiento activo, seguro y enriquecedor, mediante sus espacios públicos, estructuras, políticas y servicio
- Brinda múltiples ocasiones de que la persona mayor siga desarrollándose a nivel personal, con dignidad y la mayor autonomía posible.
Pero conozcamos más en detalle cómo se está desarrollando esta iniciativa internacional a favor de la tercera edad.
Ciudades para las personas mayores diseñadas por las personas mayores
Ciertamente, la idea detrás de las ciudades y comunidades amigables es adaptar sus entornos para favorecer un envejecimiento digno y motivador. Y, en consecuencia, fomentar la asunción de una sociedad inclusiva con las personas mayores y las personas dependientes. Para, de esta manera, eliminar toda tendencia a la exclusión y el aislamiento social, uno de los grandes males que afectan a la calidad de vida del colectivo de la tercera edad.
Ahora bien, ser una ciudad amigable con las personas mayores significa ser una ciudad adaptada a sus condiciones y necesidades. Por consiguiente, para su planificación es imprescindible contar con sus opiniones. Pues no tiene ningún sentido crear espacios para las personas sin escucharlas y hacerlas partícipes del proyecto.
En este aspecto, es importante no olvidar que cuando hablamos del colectivo de personas de la tercera edad se trata de un colectivo heterogéneo; con una gran diversidad de edades, estados de salud, necesidades, capacidades e intereses. Un conjunto de la población que, por lo demás, no para de incrementarse y que en el futuro será el sector sociodemográfico dominante.
Y es que la razón de ser de esta propuesta consiste en dar protagonismo a los adultos mayores en nuestra sociedad e incentivar su presencia en las actividad diaria de la ciudad, Por tanto, a la hora de adaptar las estructuras y arquitectura urbana, los servicios públicos, de transportes, de viviendas y demás servicios comunitarios debe partirse de las sugerencias realizadas por la propia comunidad de mayores.
Sin duda, las comunidades han de hacer un esfuerzo por convertir sus espacios públicos en entornos accesibles y beneficiosos para toda la sociedad en su amplia diversidad. Pero el esfuerzo vale la pena, toda vez que se erradica la discriminación ‘edadista’ y se motiva a la población a practicar un envejecimiento activo y saludable. Lo cual también será de gran ayuda para hacer sostenible los sistemas de salud pública y los servicios sociales.
El baremo que define a una ciudad amigable con las personas mayores
La propia OMS enumera 8 áreas que los ayuntamientos han de cuidar para fomentar un envejecimiento activo dentro de sus ciudades. Dichas áreas son las siguientes:
- Espacios al aire libre y edificios accesibles para los mayores. Las ciudades deben estar libres de barreras arquitectónicas, con mobiliario que facilite las actividades al aire libre. Y ante todo deben ser entornos seguros, con escasa contaminación aérea y acústica y muchos espacios verdes.
- Transportes adaptados. Toda ciudad amigable debe contar con servicios de transporte público accesibles y adaptados a sus necesidades.
- Vivienda adaptada para mayores. Garantizando el acceso a una vivienda digna y adaptada a las condiciones físicas y cognitivas; próximas a los comercios y servicios esenciales. También deben brindarles bonos sociales o ayudas para poder costear sus facturas domésticas.
- Fomento de la participación social de los adultos mayores. Ofreciendo numerosas actividades sociales, culturales y de ocio adecuadas a sus intereses, con precios asequibles y en lugares de fácil acceso. Y especialmente incentivando los encuentros intergeneracionales.
- Inclusión cívica de los mayores en el tejido comunitario. Las ciudades deben contar con espacios que promuevan la implicación activa de los mayores. Sea haciendo voluntariado o con empleos remunerados a su medida.
- Respeto e inclusión social de los mayores. Las ciudades amigables deben ser el reflejo de una sociedad inclusiva, donde el edadismo u otro tipo de discriminación no tenga cabida. Deben inculcar la valoración de la ancianidad. Así como garantizar la cobertura de sus necesidades básicas y sus derechos en caso de recursos económicos insuficientes.
- Acceso a la información y las TIC para las personas ancianas. Que puedan acceder a una información comprensible; a unos dispositivos digitales adaptados a sus necesidades y recibir una atención telefónica de calidad.
- Servicio de asistencia sanitaria y apoyo comunitario. Respaldar el derecho de los mayores a recibir una atención sanitaria de calidad; servicios externos de cuidados o posibilidad de institucionalización en centros residenciales para cubrir sus necesidades personales y de cuidados de larga duración.
¿Qué es la Red Mundial de Ciudades y Comunidades Amigables?
La propuesta de crear ciudades y comunidades amigables parte de una iniciativa de la OMS, lo que le aporta una interesante dimensión internacional. Dimensión que se ve promocionada por la creación de la Red Mundial de Ciudades y Comunidades Amigables con las Personas Mayores.
Gracias a esta propuesta no solo se incentiva a las comunidades a generar espacios saludables e inclusivos y políticas de envejecimiento activo eficaces; sino también a compartir experiencias de diferentes ciudades amigables establecidas alrededor del mundo. Así pueden inspirarse unas a otras, intercambiar conocimientos, buenas prácticas y soluciones innovadoras.
Formar parte de esta Red Mundial de ciudades amigables supone todo un cúmulo de ventajas para sus miembros. Entre ellas, podemos citar:
- El apoyo de profesionales multidisciplinares, investigadores y expertos comprometidos con la promoción de los entornos amigables para las personas mayores.
- Acceso a la información compartida.
- El reconocimiento y visibilidad de las actividades de la red.
- Acceso a un espacio en línea Un Mundo Amigable con las Personas Mayores. En el cual los miembros pueden presentar sus actividades, logros, etc.
- Posibilidad de colaborar en proyectos de investigación internacionales, publicaciones conjuntas, etc.
En suma, la OMS ofrece un portal en línea de carácter internacional destinado a orientar sobre cómo evaluar el grado de adaptación de una ciudad o comunidad a las personas mayores. Así como brinda claves para lograr la participación de estas personas en la planificación urbana y la creación de entornos adaptados.
Así, todo ayuntamiento que quiera implantar un plan de acción para desarrollar entornos amigables y adaptables dispondrá de herramientas y apoyo internacional para realizar su proyecto. Además de obtener un reconocimiento público, más allá de su entorno inmediato por su esfuerzo y compromiso social.
La Diputación de Bizkaia: un ejemplo de implementación de ciudades amigables con las personas mayores
Diversas ciudades de Euskadi ya se han unido a esta iniciativa mundial, participando en ella gran parte de entidades e instituciones intergeneracionales. De hecho, nuestra Comunidad Autónoma cuenta ya con 49 sellos que la reconocen como la mayor región del Estado español en número de ciudades amigables con las personas mayores.
Prueba de ello son los numerosos proyectos y planes de acción encaminados a generar ciudades accesibles. Como, por ejemplo, el plan de acción de la corporación municipal Abadiño Lagunkoia, por citar un caso de participación en la Red de Ciudades y Comunidades Amigables de nuestro entorno. Y es que Euskadi es consciente de ser una de las sociedades más envejecidas —y longeva— no solo de la Península Ibérica, sino de todo el mundo. Y de que debe optimizar sus entornos para integrar y proteger a las personas mayores.
La Diputación Foral de Bizkaia supone un buen ejemplo de modificación de sus ciudades —y entornos rurales— para hacerlos más adaptables a los mayores. Pues apoya con fondos a las ciudades, comunidades y municipios del Territorio Histórico de Bizkaia para adherirse a la transformación de sus urbes en ciudades amigables con las personas mayores.
En efecto, desde el 2016 la Diputación Foral puso en marcha la estrategia Bizkaia para todas las edades, sustentada en la Declaración de Dublín de 2013 sobre la implementación de ciudades amigables. Como resultado de su apoyo, el 80 % de su población está en vías de disfrutar de una ciudad o comunidad más accesible e integradora.
Así, desde la propia Diputación Foral de Bizkaia se avala el envejecimiento activo. Entendido como un modelo social que optimiza las oportunidades de salud, participación y seguridad para que las personas mayores mejoren la calidad de vida. Al tiempo que insta a los ayuntamientos y comunidades adheridos a brindar protección y acogida a los mayores y estimular su participación social a fin de evitar su aislamiento social.
Hacia una sociedad inclusiva donde toda la ciudadanía más longeva tenga su espacio
El proyecto de ciudades amigables está encabezado por la OMS desde el año 2010; para el que realizó un estudio profundo de cuáles eran aquellos puntos que las personas mayores consideraban que deberían tener las ciudades para ser cómodas, seguras y funcionales para ellos. Y poco a poco se han ido sumando a esta iniciativa tan necesaria numerosos municipios a lo largo del mundo.
Asimismo, en cada país lo difunde y sustenta un organismo afiliado diferente. En el caso del Estado español, la entidad que se encarga de difundir, asesorar y coordinar el proyecto de Ciudades Amigables es el Imserso. Aunque también cuenta con la participación del Centro de Referencia Estatal de Autonomía Personal y Ayudas Técnicas (Ceapat).
Cabe mencionar que la Red Mundial de Ciudades y Comunidades Amigables con las Personas Mayores forma parte de otro proyecto más ambicioso. Se trata de la Década del Envejecimiento Saludable (2021-2030) auspiciada por las Naciones Unidas.
Desde la Residencia y Centro de día Otxartaga seguimos de cerca los avances de este proyecto internacional y celebramos cada adhesión de los ayuntamientos de nuestro alrededor. Asimismo, tratamos de poner nuestro grano de arena para ofrecer a los mayores de nuestro entorno un espacio para un envejecimiento activo y saludable. Donde, además de intentar cubrir todas sus necesidades, no faltan las actividades intergeneracionales; el aprendizaje a lo largo de la vida; las excursiones o salidas al exterior para mantener la integración social de nuestros usuarios y residentes,…
Y, por supuesto, agradecemos infinitamente todas las facilidades que nos brindan los espacios accesibles de las localidades de nuestro entorno. Desde los comercios y locales de hostelería sin barreras arquitectónicas, hasta las playas asistidas, los baños públicos, los espacios verdes accesibles; las instituciones, centros culturales y empresas que abren sus puertas a nuestros mayores. Sin duda, cada vez disponemos de más comunidades y ciudades amigables con las personas mayores, y ello es una gran satisfacción para ellas y para nosotros.
Referencias consultadas
- Abadiño Lagunkoia (2021). Propuestas para el Plan de Acción (2019 – 2021). Recuperado de https://bit.ly/3wroqZk
- Declaración de Dublín 2013 sobre ciudades y comunidades amigables con las personas de edad en Europa. Recuperado de https://bit.ly/3pJmHLi
- Organización Mundial de la salud (OMS). (s/f). Global age-friendly cities guides. Recuperado de https://bit.ly/3R4UIBd
- Pérez-Castilla Álvarez, L. (2021). Accesibilidad y tecnología de apoyo para la comunicación y la participación en el proyecto ciudades y comunidades amigables con las personas mayores. Recuperado de https://bit.ly/3R9nLDB
- Diputación Foral de Bizkaia (2019). La Diputación expone su estrategia ‘Bizkaia para todas las edades’ en el marco del encuentro Red Bizkaia 2019. Recuperado de https://bit.ly/3CvaBgj
- Zamarro Cuesta, J. (2017). Red mundial de ciudades y comunidades amigables. Recuperado de https://bit.ly/3R7q8XO
Redactora creativa. En la Universidad de Vigo obtuve un título en Economía, en la Escuela Elisava de Barcelona cursé un posgrado en Creatividad y Publicidad, y entre libros y talleres de escritura creativa aprendí a escribir. Trato de enfocarme en lo que marcas y clientes buscan, aportando mi estilo, trato de hacer llegar el mensaje de marcas y clientes a los lectores.
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