En el blog de la Residencia Otxartaga hay espacio para las risas y el ocio, como lo hay en nuestra propia residencia. Nos encanta dedicar posts a compartir las actividades que más nos entretienen, como las películas para mayores que más nos gusta ver, un plan perfecto ahora que llega el frío y la lluvia. Pero también hay espacio para tomar conciencia de algunas de las patologías que más nos preocupan como cuidadores, por ser de las que más afectan a nuestros mayores. Por eso, en el Día Mundial del Ictus, que se celebró el pasado domingo 29 de octubre, no podemos dejar de recordar esta preocupante enfermedad. Para recordar a quienes la han padecido y para concienciar a quienes nos puede llegar a afectar en primera o en segunda persona, abordamos la cuestión de qué es el ictus y cómo prevenirlo.
Contenidos
Qué es el ictus
Aunque es muy probable que todos hayamos oído hablar de esta afección médica, y que por desgracia conozcamos a alguien más o menos cercano que la haya sufrido, tal vez no sepamos con claridad en qué consiste y cómo se producen los ictus.
El ictus, conocido también como accidente cerebrovascular o por sus siglas, ACV, ocurre cuando el flujo sanguíneo al cerebro se ve interrumpido. Dicha interrupción priva al órgano de oxígeno y nutrientes, lo que puede causar daño cerebral permanente o incluso la muerte.
Tipos de ictus y sus causas
El ictus puede tener varios orígenes y ser de varios tipos. Los principales son los siguientes:
Ictus hemorrágico
El también conocido como vertido cerebral se produce cuando tiene lugar una hemorragia en el cerebro debido a la ruptura de un vaso sanguíneo. Según la región del cerebro en la que se produce puede ser cerebral, cuando afecta a regiones profundas del cerebro, o subaracnoidal, cuando el sangrado se ubica en la parte más superficial del mismo.
Causas del ictus hemorrágico
Las causas por las que se producen los ictus son diferentes atendiendo al tipo de ictus del que estemos hablando.
- Hipertensión arterial. La hipertensión arterial, también conocida como presión arterial alta, es una condición médica en la que la fuerza ejercida por la sangre contra las paredes de las arterias es crónicamente elevada. Se considera hipertensión arterial, en concreto, cuando la presión sistólica es igual o superior a 140 mm Hg y la presión diastólica es igual o superior a 90 mm Hg. Además de enfermedades cardiovasculares, la hipertensión arterial puede incrementar el riesgo de otros problemas de salud, entre los que se encuentran los ictus.
- Aneurismas cerebrales. Los aneurismas son dilataciones que se producen en zonas localizadas de un vaso sanguíneo; en este caso, del cerebro. Estas pueden estar presentes en la persona desde su nacimiento o bien desarrollarse con el paso del tiempo. Dependiendo del tamaño y de la ubicación del aneurisma, el riesgo de rotura será más o menos grande. Cuando se produce, en caso de que se produzca, la sangre que circula por el vaso se libera en el cerebro. Esto causa una hemorragia.
- Malformaciones arteriovenosas o MAV. Las MAV son anomalías congénitas que se ubican en ciertas conexiones entre las arterias y las venas del cerebro. Dichas conexiones, con el tiempo, pueden debilitarse. De este modo aumenta el riesgo de que se produzca una hemorragia cerebral.
- Uso de ciertos medicamentos. Algunos anticoagulantes, medicamentos utilizados para prevenir la formación de coágulos en la sangre, pueden incrementar el riesgo de que se produzca una hemorragia cerebral si no se controlan los niveles de coagulación en la sangre. Un desequilibrio puede llevar a una hemorragia.
Ictus isquémico
En el ictus isquémico, el flujo sanguíneo del cerebro sufre una obstrucción repentina. Hablamos de ictus isquémico transitorio cuando las lesiones son temporales, generalmente de menos de 24 horas, y no dejan secuelas permanentes. Aunque los síntomas desaparecen, es una señal de advertencia que indica la posible aparición de un ictus futuro y requiere atención y supervisión médicas. Las lesiones de dichos ictus ya podrían ser de carácter permanente.
Causas del ictus isquémico
Las causas específicas del ictus isquémico, que lo distinguen de otros tipos, están relacionadas principalmente con la obstrucción del flujo sanguíneo hacia el cerebro.
- Aterosclerosis y estenosis de las arterias carótidas. En ambos casos se produce una obstrucción derivada de la acumulación de placa en las arterias, obstrucción que se adhiere a las paredes en forma de placas. En el caso de la estenosis, esta oclusión tiene lugar en las arterias carótidas, las cuales se estrechan hasta producirla.
- Fibrilación auricular. La fibrilación auricular, una forma común de arritmia cardíaca, implica un latido cardíaco irregular y rápido en la cavidad del corazón que recibe la sangre de los vasos sanguíneos. Dicho ritmo cardíaco anormal puede provocar la aparición de coágulos sanguíneos.
- Embolias cerebrales. Las embolias las producen coágulos, burbujas de aire o cuerpos que entorpecen la libre circulación de la sangre. Estos émbolos viajan desde diversas partes del cuerpo hasta el cerebro a través del torrente sanguíneo. Si obstruyen una arteria cerebral interrumpen el suministro de sangre, y en consecuencia se produce un ictus isquémico.
El ictus en cifras
A lo largo de su vida, una cuarta parte de los españoles sufrirá un ictus. Un 25% parece una cifra lo suficientemente elevada como para alertarnos, sobre todo teniendo en cuenta que de los 100.000 casos que se producen al año, 1 de cada 6 son fatales.
En Euskadi, por ejemplo, alrededor de 5.000 habitantes sufren este problema. De estos, algo más de la mitad logran recuperarse o lo superan con unas mínimas secuelas, un 30% lo hace con discapacidades diversas y el resto fallece.
Con respecto a las diferencias entre hombres y mujeres, en la actualidad el ictus es la primera causa de muerte para ellas y la segunda para ellos. Y aunque es más frecuente a partir de los 45 años, a lo largo de las dos últimas décadas, el número de personas jóvenes que han sufrido la enfermedad se ha incrementado en un 25%. Con respecto a los adultos mayores, en concreto a los que superan los 65 años, este porcentaje ha crecido asimismo un 5%.
Pero hay dentro de estas tristes cifras un lugar para la esperanza, ya que en el 2021 esa cifra fue menor que el año anterior, 7.550 en lugar de 7.515.
Es conveniente saber que es posible prevenir la aparición de ictus. Tal es así que un 80% de todos los que se producen son evitables con ciertos cambios en los hábitos y en la alimentación.
Cómo prevenir los ictus
La Guía de Práctica Clínica sobre la Prevención Secundaria del Ictus editada por el Ministerio de Sanidad y Consumo el presente año resalta la creciente concienciación sobre la relevancia del ictus como problema clínico y social debido a su papel como importante causa de mortalidad y discapacidad cognitiva y física.
Y es que cuanto más se extienda la sensibilización ante este ictus, mejor podrá realizarse el abordaje de la prevención del mismo. Llevar una vida saludable es el mejor modo de evitar la aparición de enfermedades como esta y otras. Algunas de las pautas recomendables incluyen:
- Mantener la presión arterial bajo control.
- Comer alimentos que sean buenos para el corazón y las arterias, como frutas, verduras y granos enteros.
- Realizar actividad física regularmente.
- No fumar, ya que el tabaco puede dañar los vasos sanguíneos y aumentar el riesgo de derrames.
- Limitar el alcohol, puesto que el consumo excesivo también puede aumentar el riesgo.
- Mantener un peso saludable, ya que la obesidad está relacionada con varios factores de riesgo, entre los que se encuentran los ictus.
Más allá de las recomendaciones que todos debemos seguir para evitar que se produzcan ictus, existen otras indicadas para las personas que ya han sufrido previamente uno. Entre estas se encuentra la administración de medicamentos preventivos. Algunas personas pueden necesitar medicamentos que ayudan a prevenir la formación de coágulos en la sangre, que pueden bloquear el flujo de sangre al cerebro y causar un derrame. Estos medicamentos deben ser prescritos y controlados por un médico, y son especialmente importantes para quienes tienen ciertas condiciones médicas que aumentan el riesgo de coágulos.
Cómo identificar un ictus
Existe una regla nemotécnica muy conocida que se usa para reconocer rápidamente los signos de un ictus. Recibe el nombre de FAST, por sus siglas, y aunque hace referencia a la palabra rápido en inglés, cada una de sus letras se refiere a un aspecto clave en la identificación de un ictus:
- F (Face): Cara. Se pide a la persona que sonría. Si uno de los lados de su cara cae o está paralizado, es posible que esté sufriendo un ictus.
- A (Arms): Brazos. Cuando una persona está experimentando un ictus levanta ambos brazos, uno de ellos desciende involuntariamente.
- S (Speech): Habla. Se le pide que repita una frase simple. Si tiene dificultad para hablar o arrastra las palabras al hacerlo, esto puede ser también un síntoma.
- T (Time): Tiempo. Si observamos cualquiera de estos signos, o más de uno, en una persona, el tiempo es crucial. Por eso debemos llamar de inmediato a los servicios de emergencia.
La rapidez en identificar estos signos y en obtener atención médica puede suponer una gran diferencia en la recuperación y en la reducción del riesgo de daños a largo plazo.
Afrontar la enfermedad previniendo su aparición
Aunque todos debemos tener precauciones ante la aparición de esta afección médica, es a partir de los 45 años cuando las probabilidades de sufrirla se incrementan. No debemos, sin embargo, alarmarnos ni tener miedo, ya que gran parte del riesgo de padecer un ictus puede evitarse con prácticas beneficiosas tanto para prevenir este como otros problemas de salud.
El Día Mundial del Ictus es, pues, una oportunidad para unirnos con un mensaje de esperanza y conciencia. Es una ocasión para recordar la importancia de conocer más sobre esta enfermedad, sobre cómo prevenirla y cómo actuar si ocurre. Pero más allá de la gravedad de su impacto, es también un momento para celebrar los avances en la medicina y en las historias de recuperación que inspiran. Es una jornada para promover estilos de vida saludables y para reafirmar nuestro compromiso con el cuidado de nuestra salud. Este día es un recordatorio de que, aunque el ictus es un desafío serio de salud, tanto de nuestros mayores como de los adultos en general, hay muchas historias de personas valientes que han superado y siguen superando sus efectos.
La prevención está en nuestras manos y cada pequeña acción cuenta. Así que desde Residencia Otxartaga celebremos la fuerza del espíritu humano y la capacidad de cambiar nuestras vidas para mejor. Juntos, podemos hacer que cada día sea un paso adelante en la lucha contra el ictus.
Referencias consultadas
- Ministerio de Sanidad y Consumo (2023). Guía de Práctica Clínica sobre prevención secundaria de ictus. Actualización. Recuperado de https://bit.ly/3sf2jq8
- Fundació Ictus (s/f). ¿Qué es el ictus? Recuperado de https://bit.ly/3SsrxMu
- Norte Express (2023). 14 ictus al día en Euskadi ¡La mayoría evitables! Recuperado de https://bit.ly/3QuGydX
- Clínica Universidad de Navarra (s/f). Accidente cerebrovascular o ictus. Recuperado de https://bit.ly/3My37NK
Redactora creativa. En la Universidad de Vigo obtuve un título en Economía, en la Escuela Elisava de Barcelona cursé un posgrado en Creatividad y Publicidad, y entre libros y talleres de escritura creativa aprendí a escribir. Trato de enfocarme en lo que marcas y clientes buscan, aportando mi estilo, trato de hacer llegar el mensaje de marcas y clientes a los lectores.
Deja una respuesta