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Como ya sabéis, estamos inmersos en una crisis sanitaria mundial, debido a la aparición de un nuevo virus llamado oficialmente COVID-19. Porque en la Residencia y Centro de día Otxartaga trabajamos con uno de los colectivos de mayor riesgo, las personas mayores; nos sentimos más comprometidos que nunca en su bienestar y cuidado.
Así, queremos mantener informados a nuestros mayores y sus familiares sobre las últimas noticias del impacto del coronavirus. E invitaros a que hagamos lo que esté en nuestras manos para proteger la salud de nuestros ancianos.
Entre todos podemos colaborar para contener la propagación de este virus, con sólo aplicar un puñado de precauciones básicas. Algo que, sin duda, nos agradecerá toda la sociedad, pero especialmente nuestros mayores.
El coronavirus es una enfermedad infecciosa reciente, nunca antes detectada en humanos, que perjudica al sistema respiratorio. Muy similar a una gripe, no tratada convenientemente puede dar lugar a una neumonía.
Los síntomas más comunes de esta infección son tos seca, estornudos, fiebre, dificultades respiratorias, etc. Si bien, en su primera fase suele mostrarse asíntomáticas, es decir, que no presenten síntomas evidentes hasta pasado un tiempo.
En estos momentos de alarma sanitaria hemos eliminado las visitas de familiares a nuestros residentes; en caso de nuevos ingresos tomar medidas aún más restrictivas y toda actividad recreativa en el exterior; y, cerrar nuestro centro de día.
Se transmite por contacto directo, o bien por contacto con superficies o materiales infectados por el virus. Por eso, es tan importante mantener distancia entre las personas; tener especial cuidado cuando se tosa y se estornude, para no salpicar secreciones infectadas a los demás; lavarse las manos insistentemente; y no tocarse la cara, pues la infección se instala en los pulmones a través de la boca, la nariz o los ojos.
Los colectivos de mayor riesgo de contagio
Son numerosos los grupos sociales que revisten mayor vulnerabilidad a experimentar los peores estragos del coronavirus; debido a que ya cuentan en su historial con patologías previas. Entre los que destacan:
- Enfermos crónicos
- Personas con diversas complicaciones orgánicas
- Afectados de insuficiencias cardíacas y cardiovasculares
- Personas con dolencias respiratorias
- Diabéticos o personas con hipertensión
- Personas envueltas en enfermedades y tratamientos oncológicos
- Gente con el sistema inmunológico disminuido, tal vez por tomar muchas medicaciones que debilitan inmunidad orgánica
Así, el coronavirus, <em>sin ser una infección excesivamente dañina</em>, sí puede ser muy severa si afecta a este tipo de enfermos. Por eso, las personas de más de 60 años, y sobre todo ancianas, tienen muchas posibilidades de verse gravemente infectadas.
Por tanto, extremar todas las precauciones a nuestro alcance para proteger a las personas mayores es de vital importancia. Pues, no se trata simplemente de que su riesgo de contagio es más grande; sino que si su estado de salud previo está deteriorado, su infección puede ser mortal.
De hecho, así nos lo indican las cifras aportadas por las Consejerías sanitarias de nuestro país. A día 16 de marzo, son 7.800 los casos de contagios registrados; de los cuales 517 ya han sido dados de alta. Pero el número de fallecimientos asciende a 293 personas, todos ellos con edades comprendidas entre los 73 y los 99 años; siendo peor su incidencia en mayores de 80 años. Estos datos disipa cualquier duda sobre la vulnerabilidad extrema que poseen nuestros mayores ante el coronavirus.
Como familiares o personal profesional que atiende a este tipo de personas, es nuestra responsabilidad seguir una serie de medidas preventivas básicas. Porque todos somos susceptibles de caer infectados por el COVID-19 y transmitirles la enfermedad a nuestros ancianos y enfermos crónicos.
Qué medidas debemos tomar para proteger a la tercera edad
Las precauciones que debemos aplicar para evitar que entren en contacto la infección del coronavirus y las personas mayores son las generales. Es decir, las mismas medidas que hemos de seguir toda la sociedad.
Lo primordial para contener la propagación del coronavirus es quedarse en el domicilio el mayor tiempo posible. Porque reducir el contacto con otras personas disminuye el riesgo de contagiarse. Además, es alta la probabilidad de estar compartiendo espacios o recursos con personas infectadas y no saberlo.
De ahí surge la insistencia de lavarse las manos con agua y jabón constantemente; o bien, utilizar geles antibacterianos cuando no podamos lavarnos las manos.
Asimismo, debemos evitar toser y estornudar cerca de otras personas. Y cada vez que lo hagamos, hemos de taparnos la boca y la nariz con el antebrazo. Y si hemos de limpiarnos la nariz, hacerlo con pañuelos de papel, que desecharemos con cada uso.
Hay que evitar acudir a espacios concurridos, lo que incluye el transporte público colectivo.
Es importante mantener al menos un metro de distancia entre las personas cuando estamos fuera de casa.
Es recomendable paralizar las gestiones administrativas u de otro tipo, utilizando, en su lugar, las vías telemáticas.
Así como aplazar las actividades sociales y las visitas de familiares o amigos. Esto significa que debemos evitar que nuestros enfermos o ancianos salgan de sus casas, acudan a centros de días o a reuniones sociales.
Por último, en caso de necesitar atención médica, llamar a los centros de atención sanitaria locales, para que el propio personal acuda al domicilio.
En estos momentos, la situación nos exige guardar una cierta cuarentena, por incómoda o tediosa que nos resulte. Y es que el aislamiento social puede ser nuestra arma de contención del COVID-19 y de recuperación de la salud pública.
Los centros geriátricos estamos llamados a extremar las precauciones más que nadie. Sin embargo, el equipo multidisciplinar de nuestros centros posee la suficiente experiencia profesional para afrontar sabiamente esta situación.
Con todo, el equipo de trabajadores de la Residencia de Otxartaga está haciendo esfuerzos extras para contener todo posible foco de infección. Ante las circunstancias actuales, estamos más comprometidos que nunca en salvaguardar la salud de nuestros residentes y extremar los cuidados.
Para ello, informamos continuamente a nuestro personal sobre las normas y actuaciones que deben seguir para evitar contagios. En este sentido, aplicamos cada recomendación que nos traslada el Ministerio de Sanidad y la Sociedad Española de Gerontología y Geriatría. Recomendaciones que las autoridades sanitarias nos transmiten paulatinamente, según se vayan adaptando a los acontecimientos y los conocimientos que surgen día a día; como es lógico en una enfermedad desconocida.
En estos momentos de alarma sanitaria hemos eliminado las visitas de familiares a nuestros residentes; en caso de nuevos ingresos tomar medidas aún más restrictivas y toda actividad recreativa en el exterior; y, cerrar nuestro centro de día. Al menos hasta nuevo aviso.
Asimismo, seguimos a rajatabla las recomendaciones sobre la limpieza y desinfección de nuestros espacios y superficies; así como el tratamiento de nuestros materiales de uso y la gestión de nuestros residuos.
Desde las residencias de ancianos estamos poniendo todo nuestro afán deontológico y personal por contener esta crisis sanitaria. Tanto impidiendo el contacto entre el coronavirus y las personas mayores, como evitando la propagación social. No obstante, no queremos dejar pasar la ocasión de concienciar al resto de la sociedad civil para que siga el protocolo de prevención. Pues, entre todos podremos ayudar a disminuir las consecuencias del COVID-19. Sin duda, superar esta nueva pandemia depende en gran medida de nuestra actuación cívica.
Redactora creativa. En la Universidad de Vigo obtuve un título en Economía, en la Escuela Elisava de Barcelona cursé un posgrado en Creatividad y Publicidad, y entre libros y talleres de escritura creativa aprendí a escribir. Trato de enfocarme en lo que marcas y clientes buscan, aportando mi estilo, trato de hacer llegar el mensaje de marcas y clientes a los lectores.
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