En el ánimo festivo que sigue a la reciente victoria del Athletic Club de Bilbao en la Copa del Rey, un acontecimiento que ha llenado de alegría y orgullo tanto a nuestros residentes como a nuestro personal, nos adentramos en una nueva estación que trae consigo un cambio menos celebrado. Con la llegada de la primavera, al igual que sucede con el otoño, es común experimentar ciertos desafíos físicos y emocionales, fenómeno conocido como astenia primaveral. Pero, exactamente ¿qué es la astenia primaveral? Se trata de un estado de fatiga o cansancio generalizado que suele coincidir con el inicio de esta estación. Es importante reconocer sus síntomas y entender sus causas para poder mitigar sus efectos. De este modo nos aseguraremos de que el bienestar de nuestra comunidad no se vea mermado tras los recientes festejos. Y es que la astenia primaveral afecta a muchas personas, especialmente a nuestros mayores.
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Qué es la astenia primaveral y por qué es importante para nuestros mayores
La astenia primaveral es un fenómeno estacional caracterizado por una sensación general de fatiga y debilidad que aparece con la llegada de la primavera. Principalmente afecta a la vitalidad de la persona, provocando una notable disminución en los niveles de energía y una sensación de falta de motivación. Este trastorno, aunque temporal y habitualmente leve, puede influir considerablemente en el estado anímico y la capacidad de llevar a cabo las actividades diarias.
La astenia primaveral puede ser particularmente desafiante para nuestros mayores debido a que sus cuerpos son generalmente más sensibles a los cambios estacionales y tienen una menor capacidad de adaptación. Este estado de fatiga puede exacerbar condiciones preexistentes y disminuir aún más su energía, lo que afecta a su calidad de vida y a su autonomía. Por ello, es crucial prestar atención a estos síntomas y manejarlos adecuadamente para mantener su bienestar y su capacidad para disfrutar plenamente de la vida diaria.
Síntomas de la astenia primaveral
Los síntomas típicos de la astenia primaveral abarcan una variedad de manifestaciones físicas y emocionales que pueden impactar significativamente la vida diaria, especialmente en las personas mayores. A continuación, se detallan algunos de los más comunes:
- Fatiga. Es el síntoma más característico de la astenia primaveral. La sensación de cansancio persistente no mejora significativamente con el descanso y puede ser abrumador al intentar realizar actividades cotidianas.
- Falta de energía. Junto con la fatiga, es también común una sensación general de debilidad o falta de fuerzas. Las personas afectadas pueden sentirse menos capaces de realizar tareas que antes les resultaban sencillas.
- Dificultad para concentrarse. La astenia puede afectar la capacidad mental, haciendo difícil mantener la atención en tareas específicas. Esto puede llevar a problemas de memoria o a la incapacidad de mantener el enfoque durante períodos prolongados.
- Alteraciones del sueño. Los cambios en los patrones de sueño son frecuentes, con síntomas como insomnio, despertares nocturnos o, por el contrario, un sueño excesivo durante el día.
- Irritabilidad o cambios de humor. El cansancio y la falta de energía pueden provocar irritabilidad o cambios de humor repentinos que alteran el bienestar emocional y las relaciones sociales.
- Disminución del apetito. Algunas personas experimentan una reducción en el deseo de comer, lo cual puede llevar a una pérdida de peso no saludable y a una nutrición deficiente.
- Dolores musculares y de cabeza. Dolores difusos en el cuerpo, especialmente en los músculos, así como dolores de cabeza frecuentes pueden ser síntomas asociados con este fenómeno.
Reconocer estos síntomas es esencial para proporcionar la atención adecuada y mejorar la calidad de vida de nuestros mayores. Esto les ayudará a adaptarse mejor a los cambios de la temporada y a mantener un estado anímico positivo.
Causas
Las causas de la astenia primaveral son multifactoriales. Implica aspectos tanto ambientales como biológicos que afectan directamente el bienestar de las personas, especialmente en los mayores. Aquí detallamos los factores más influyentes:
- Cambios en la duración del día. La primavera trae consigo un aumento en las horas de luz diurna. Este cambio puede alterar los ritmos circadianos, el reloj biológico que regula los ciclos de sueño y vigilia, lo que provoca desajustes en el organismo.
- Variaciones en la temperatura y la presión atmosférica. La transición de temperaturas más frías a un clima más templado puede influir en la regulación térmica del cuerpo. Dicho esfuerzo requiere un esfuerzo adicional para adaptarse, particularmente desafiante para los mayores.
- Alergias estacionales. La primavera es conocida por el incremento de polen en el aire, lo que puede desencadenar alergias. Las reacciones alérgicas, a menudo, contribuyen a la fatiga y a otros síntomas de la astenia.
- Alteración hormonal. Durante la primavera, ciertos ajustes hormonales naturales ocurren en el cuerpo como respuesta a los cambios de luz y temperatura. Estas fluctuaciones pueden afectar el estado de ánimo y a los niveles de energía.
- Disminución de la actividad física en invierno. Durante los meses más fríos, las personas tienden a reducir sus actividades físicas. Al llegar la primavera, el cuerpo puede experimentar fatiga mientras se ajusta a un nivel de actividad más alto.
- Deficiencias nutricionales. Después del invierno, es común que se presenten deficiencias en vitaminas y minerales, especialmente de hierro y de vitamina D, lo que puede contribuir a la sensación de cansancio y falta de energía característicos de la astenia primaveral.
Entendiendo estas causas se podrán abordar eficazmente los síntomas de la astenia primaveral en la población mayor. De este modo podrán adaptarse mejor las estrategias de cuidado y bienestar para esta época del año.
Consejos y recomendaciones para combatir la astenia primaveral
Para mitigar los síntomas de la astenia primaveral en nuestros mayores es recomendable fomentar una dieta equilibrada y rica en frutas, verduras y otros alimentos que aporten energía de manera sostenida. Asegurar una hidratación adecuada también es crucial, pues incluso una leve deshidratación puede incrementar la sensación de fatiga.
Además, es beneficioso establecer una rutina regular de actividad física adaptada a las capacidades de cada persona mayor. Ejercicios suaves como caminar, yoga o tai chi pueden mejorar significativamente la energía y el estado de ánimo. Mantener un horario regular para dormir y despertar también ayuda a regular el reloj biológico y mejora la calidad del sueño.
Superando la astenia primaveral para una recibir a una primavera plena
Aunque la astenia primaveral puede parecer un desafío que se repite cada año, es importante recordar que también se trata de un fenómeno temporal y manejable. Con medidas sencillas como ajustar la dieta, mantener una hidratación adecuada, y realizar actividad física regular, podemos contrarrestar eficazmente sus efectos. Asumiendo un enfoque proactivo, podemos no solo aliviar los síntomas, sino también mejorar nuestra calidad de vida durante esta bella estación de renovación y crecimiento. Así, la primavera puede ser disfrutada en su plenitud, ofreciendo un periodo de bienestar y vitalidad para nuestros mayores.
Referencias consultadas
- Bonet, R. y Garrote, A. (2015). Astenia primaveral. Recuperado de https://bit.ly/44pLS9g
- Farmaceutic Online (2019). ¿Tienes astenia primaveral? Recuperado de https://bit.ly/44jWLcm
- Geriatric Area (2024). Recuperado de Recuperado de https://bit.ly/3WjBFJe
Redactora creativa. En la Universidad de Vigo obtuve un título en Economía, en la Escuela Elisava de Barcelona cursé un posgrado en Creatividad y Publicidad, y entre libros y talleres de escritura creativa aprendí a escribir. Trato de enfocarme en lo que marcas y clientes buscan, aportando mi estilo, trato de hacer llegar el mensaje de marcas y clientes a los lectores.
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