Cuando llega el otoño nos enfrentamos a cambios que van más allá del color de las hojas o la temperatura. Muchos de nosotros sentimos un descenso en nuestro ánimo, una sensación de cansancio inexplicable y, en algunos casos, hasta cierta tristeza. Esta sensación se conoce como astenia otoñal. En nuestra residencia de ancianos en Ortuella sabemos cuán importantes son estos cambios estacionales, especialmente para nuestros mayores, quienes pueden ser más vulnerables a este tipo de trastornos. A diferencia de la astenia primaveral, la cual podemos paliar con actividades que contribuyan a revitalizar su energía y mejorar su bienestar, como las vacaciones para mayores de 65 años, esta época presenta una serie de desafíos particulares. Por eso hoy queremos dedicarnos a explicar de qué se trata, cómo nos afecta y, sobre todo, qué herramientas tenemos para afrontarla.
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¿Qué es la astenia otoñal?
La astenia otoñal es un fenómeno que se presenta cuando el cuerpo experimenta dificultades para adaptarse al cambio estacional. No se considera una enfermedad ni una patología, sino un mero estado transitorio de adaptación al nuevo ritmo biológico que el otoño trae consigo. Durante esta época, la disminución de la luz solar, la bajada de temperaturas y el cambio de rutinas pueden impactar directamente en nuestro bienestar físico, mental y emocional. Se traduce en general en una sensación de fatiga, de debilidad o desánimo que, aunque leve y temporal, puede ser realmente incómoda.
Este fenómeno ahonda sus raíces en los procesos físicos de nuestro organismo. Nuestro cuerpo funciona según los llamados ritmos circadianos, ciclos de 24 horas que regulan nuestros patrones de sueño, de hambre, nuestros niveles hormonales y nuestra energía. El cambio de estación puede llegar a alterar estos ritmos, conduciéndonos a una fatiga sin causa aparente.
¿Por qué se produce la astenia otoñal?
Aunque todavía nos queda mucho por aprender acerca de este fenómeno, existen algunas teorías que explican qué le sucede a nuestro cuerpo organismo cuando se enfrenta al otoño. Veamos algunas de las principales causas:
- Disminución de la luz solar. Los días se hacen más cortos y la cantidad de luz natural disminuye. Esta falta de luz puede provocar una menor producción de serotonina, un neurotransmisor asociado con el ánimo positivo. Al mismo tiempo, aumenta la producción de melatonina, la hormona que nos induce al sueño, lo que puede derivar en una sensación de mayor somnolencia y menos energía durante el día.
- Cambio de temperatura. Con la llegada del otoño, las temperaturas empiezan a bajar. Esto provoca que el organismo necesite consumir más energía para mantener su temperatura corporal, lo cual puede influir en una sensación de agotamiento constante.
- Ajuste del ritmo circadiano. Los cambios de luz y de temperatura influyen directamente en nuestro ritmo circadiano. Al disminuir las horas de luz, nuestro reloj biológico se ve forzado a ajustarse, y durante este proceso de adaptación es cuando podemos sentirnos más cansados.
- Factores psicológicos. Para algunas personas, el otoño significa el fin de las vacaciones, el comienzo de responsabilidades, o simplemente la nostalgia del verano. Todos estos factores emocionales también pueden influir en nuestro estado de ánimo y contribuir al cansancio emocional.
¿Cómo afecta a nuestros mayores?
En la residencia Otxartaga, vemos cómo estos cambios pueden tener un impacto más pronunciado en nuestros mayores. Las personas de edad avanzada son más vulnerables a los cambios estacionales, debido a que su cuerpo ya no regula de la misma manera la temperatura o los niveles hormonales que en la juventud. Además, suelen ser más sensibles a las alteraciones en sus rutinas y al estado de ánimo de quienes les rodean.

El cambio de estación puede afectar de diferentes formas a los mayores:
- Fatiga constante. La sensación de agotamiento puede ser más acusada debido a que su energía ya es limitada de por sí.
- Alteraciones del sueño. La mayor producción de melatonina puede alterar sus ciclos de sueño, llevando a episodios de insomnio o somnolencia durante el día.
- Cambios en el ánimo. Algunos mayores pueden sentir un mayor decaimiento emocional o tristeza durante el otoño, lo que podría derivar en episodios de ansiedad o incluso de depresión leve.
Es importante tener presente que cada persona es única, y mientras algunos pueden sentir estos síntomas de manera intensa, otros apenas notan los cambios. También es posible que estos cambien de un año para otro, o incluso de una estación para otra, ya que recordemos que la astenia primaveral tiene unos efectos muy similares. En cualquier caso, lo que sí es seguro es que la comprensión y el apoyo juegan un papel fundamental para ayudar a que nuestros mayores se adapten mejor a los cambios.
¿Cuáles son los síntomas de la astenia otoñal?
Los síntomas de la astenia otoñal suelen ser leves y desaparecen por sí solos en unas pocas semanas. Entre los comunes encontramos:
- Fatiga generalizada.
- Sensación de debilidad o falta de energía.
- Dificultades para concentrarse.
- Apatía y disminución del interés en actividades que antes les resultaban placenteras.
- Cambios en los patrones del sueño (insomnio o somnolencia excesiva).
- Alteraciones del apetito, que pueden incluir un mayor deseo de consumir carbohidratos o alimentos azucarados.
Cómo prevenir y aliviar la astenia otoñal
Afortunadamente, existen varias herramientas y mecanismos para mitigar los efectos de la astenia otoñal. De este modo ayudamos a nuestro cuerpo a adaptarse más rápidamente a los cambios que el otoño trae consigo. Aquí, en la residencia Otxartaga, implementamos algunas prácticas para ayudar a nuestros mayores a sentirse mejor durante esta época.
- Exposición a la luz natural. En la medida de lo posible, aprovechamos al máximo las horas de sol. Esta es una de las mejores formas de combatir la astenia otoñal. La luz solar contribuye a regular la producción de serotonina y melatonina, mejorando el ánimo y el ciclo del sueño. Dando pequeños paseos diarios al aire libre y fomentando actividades que se puedan hacer bajo la luz del día combatimos la astenia otoñal.
- Mantener una dieta equilibrada. Consumir alimentos ricos en vitaminas y minerales puede ayudar a incrementar los niveles de energía. Alimentos como frutas, verduras, frutos secos y pescados grasos son excelentes aliados para mantener el ánimo y la energía en época otoñal. En la residencia, cuidamos especialmente la alimentación de nuestros mayores durante esta temporada, asegurándonos de que reciban todos los nutrientes que necesitan.
- Realizar actividad física regular. El ejercicio ayuda a liberar endorfinas, que son las hormonas de la felicidad. Actividades suaves como el yoga, el tai chi o simplemente pasear pueden ser de gran ayuda para mantener el cuerpo activo y el ánimo elevado.
- Mantener una buena higiene del sueño. Es importante mantener rutinas regulares a la hora de acostarse y de despertarse. Para facilitar un buen sueño, recomendamos evitar las siestas largas y mantener una rutina relajante antes de dormir, como escuchar música tranquila o leer un libro. Evitar las pantallas es también aconsejable para conciliar el sueño.
- Actividades que promuevan la conexión social. El apoyo emocional y la conexión social son fundamentales. Las actividades grupales y el fomento de la interacción entre residentes pueden ayudar a combatir la apatía y el desánimo propios del otoño.
Consejos para los familiares
Sabemos que los familiares juegan un papel esencial en el bienestar de nuestros mayores. No importa si tu ser querido vive en una residencia o si te ocupas en casa de su cuidado. Sea cual sea vuestra situación, existen acciones que puedes realizar para apoyarle durante la transición al otoño. Si notas que tu ser querido está experimentando astenia otoñal, aquí te ofrecemos algunos consejos que puedes poner en práctica:
- Haz visitas regulares. Compartir tiempo con seres queridos siempre mejora el ánimo y ayuda a sentirse más acompañado. Si tu ser querido vive en su casa, intenta mantener un contacto frecuente, ya sea en persona o mediante llamadas telefónicas. La cercanía emocional es clave.
- Anima a tu ser querido a salir al aire libre. La exposición a la luz natural es esencial. Incluso un paseo corto al aire libre puede tener un impacto positivo en su bienestar físico, mental y emocional. Si la persona no puede caminar sola, acompáñala o facilita un entorno seguro para que pueda disfrutar del sol y del aire fresco.
- Escucha y ofrece apoyo emocional. A veces, simplemente escuchar y ofrecer palabras de apoyo puede hacer una gran diferencia en el estado de ánimo de una persona. Estar presente y mostrar empatía ayuda a que nuestros se sientan queridos, valorados, y comprendidos.
- Fomenta la participación en actividades sociales. Si tu ser querido disfruta de actividades sociales, anímalo a participar en grupos de la comunidad, talleres o reuniones con amigos. La interacción social es clave para evitar la sensación de soledad y el desánimo.
- Ayuda a mantener una rutina saludable. Mantener una rutina diaria puede ser muy beneficioso. Anima a tu ser querido a levantarse y acostarse a la misma hora todos los días, a realizar actividades físicas ligeras y a seguir una dieta equilibrada que incluya alimentos que le gusten y le aporten nutrientes.
- Proporciona estímulos que fomenten el interés. Actividades como leer, hacer manualidades, cuidar de sus plantas o escuchar música pueden ayudar a mantener la mente ocupada y el ánimo elevado. Identificar actividades que le resulten placenteras puede marcar la diferencia en su bienestar.

Conclusiones
La astenia otoñal es un fenómeno real que afecta a muchas personas, especialmente durante el cambio de estación. Aunque es transitoria y no supone un riesgo grave para la salud, es importante prestarle atención y tomar medidas para paliar sus síntomas. Especialmente en nuestros mayores, los cuales pueden ser más susceptibles a estos cambios.
En la residencia de ancianos Otxartaga nos comprometemos a cuidar del bienestar físico y emocional de nuestros residentes durante todas las estaciones del año. Sabemos que el otoño puede ser un desafío, pero también constituye una oportunidad para redescubrir nuevas rutinas, disfrutar del aire fresco y la belleza del paisaje, y conectar con los demás.
Como siempre, estamos aquí para acompañar a nuestros residentes y a sus familias en cada momento del camino. Juntos podemos superar la astenia otoñal y hacer de esta estación una etapa cálida y llena de momentos para el recuerdo.
Referencias consultadas
- Álvarez Villalba, M. (2015). Astenia crónica en atención primaria: Etiología, epidemiología y factores predictores. Recuperado de https://bit.ly/47SPIJH
- El farmecéutico (2023). ¿Época de cambios? Reforzar las defensas en otoño. Recuperado de https://bit.ly/3TYzWY5
- Cigna Healthcare (2024). Astenia otoñal: 5 consejos para hacer frente al cambio de estación con energía y motivación. Recuperado de https://bit.ly/3Brv5bd

Redactora creativa. En la Universidad de Vigo obtuve un título en Economía, en la Escuela Elisava de Barcelona cursé un posgrado en Creatividad y Publicidad, y entre libros y talleres de escritura creativa aprendí a escribir. Trato de enfocarme en lo que marcas y clientes buscan, aportando mi estilo, trato de hacer llegar el mensaje de marcas y clientes a los lectores.
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