En la Residencia Otxartaga, la alimentación es mucho más que una necesidad: es una experiencia que combina sabor, bienestar y tradición. Cada comida que se sirve está pensada no solo para nutrir, sino para emocionar, para reconectar con los recuerdos de una vida y para aportar calidad a cada jornada. El equipo de cocina se encarga de elaborar menús equilibrados que respetan tanto las recomendaciones dietéticas como las preferencias individuales de cada residente. Esto se traduce en platos adaptados, sabrosos y caseros que evocan aromas familiares y transmiten el cariño de quien los cocina.
En la Residencia Otxartaga entendemos que una buena alimentación influye directamente en el estado de ánimo, en la salud y en la dignidad de las personas mayores. Por eso, cada receta es una forma de rendir homenaje a sus historias, de garantizar su bienestar físico y de ofrecerles un momento de disfrute real.
Contenidos
¿Qué es la nutrición para las personas mayores?
Nutrir a una persona mayor no significa solo alimentarla, sino acompañarla en una etapa vital donde las necesidades nutricionales cambian, el apetito puede disminuir, el metabolismo se vuelve más lento y ciertos alimentos ya no sientan tan bien como antes. La edad conlleva transformaciones fisiológicas como la pérdida de masa muscular, la deshidratación o la disminución de la capacidad digestiva, lo cual hace indispensable un enfoque especializado en la alimentación. En Otxartaga, el equipo de cocina lo sabe bien: «La nutrición en la tercera edad es garantizar que cada residente reciba lo que necesita.» Este principio implica mucho más que preparar comida; supone observar, escuchar y adaptar los menús con precisión y empatía.
Se ajustan las texturas según la capacidad de masticación, se enriquecen los platos con nutrientes esenciales, se controlan las porciones y se cuida especialmente del sabor y la presentación. Porque cuando se cocina pensando en el bienestar físico y emocional, la nutrición se convierte en una forma de acompañamiento y dignidad.
¿Qué recomienda la OMS?
La OMS (Organización Mundial de la Salud) establece que una dieta saludable para personas mayores debe ser variada, equilibrada y rica en frutas, verduras, legumbres, cereales integrales, lácteos bajos en grasa y carnes magras. Debe prestar especial atención a los aportes de calcio, vitamina D, proteínas de alta calidad y fibra. También destaca la importancia de reducir el consumo de sal, azúcares añadidos, grasas saturadas y alimentos ultraprocesados, ya que estos pueden agravar enfermedades crónicas o generar desequilibrios nutricionales. Además, la OMS recomienda mantener una hidratación adecuada y realizar cinco comidas al día para asegurar una distribución óptima de la energía.
En la Residencia Otxartaga, estas recomendaciones son la base sobre la cual se diseñan los menús semanales, revisados por nutricionistas y ajustados cuidadosamente a las características de cada residente. No se trata solo de cumplir una pauta, sino de integrar el conocimiento científico con la experiencia humana para lograr que la alimentación sea una fuente constante de bienestar, prevención y disfrute.
¿Por qué es importante que los mayores mantengan una alimentación saludable?
Una buena alimentación en la vejez ayuda a prevenir enfermedades como la diabetes, la hipertensión, la osteoporosis y los problemas cardiovasculares, que son algunas de las afecciones más comunes entre las personas mayores. Además, una dieta equilibrada contribuye a una mejor digestión, reduce el riesgo de caídas al fortalecer huesos y músculos, y favorece una mayor resistencia a infecciones al mejorar el sistema inmunológico. También se ha demostrado que influye positivamente en la salud mental, ayudando a combatir la depresión y la ansiedad, y promoviendo un mejor descanso nocturno.
Comer sano ayuda en la vejez
Mantener una alimentación adecuada no solo impacta en la salud física, sino que también preserva la autonomía funcional, permitiendo a las personas mayores desenvolverse con mayor seguridad y confianza en su día a día. Para muchos residentes, la comida es también un momento social y emocional clave: compartir la mesa, conversar o simplemente disfrutar de un plato que les resulta familiar es una fuente de alegría cotidiana. «Comer bien es sentirse bien», afirman con convicción desde la cocina de Otxartaga.
En Otxartaga saben muy bien que la vejez no tiene por qué estar reñida con el disfrute del buen comer. Por eso, aunque se adaptan las preparaciones para quienes lo necesitan (valiéndose, por ejemplo, de una túrmix para las personas con dificultades para masticar), nunca se renuncia al sabor ni a una presentación apetecible. Se utilizan especias naturales, técnicas culinarias que respetan los nutrientes y, sobre todo, se cocina con cariño.
¿Cómo seguir un plan de alimentación saludable para adultos mayores?
En la residencia, el plan de alimentación lo establece Eurex, una plataforma especializada que diseña menús equilibrados para centros residenciales. Cada menú está pensado para cumplir con los valores nutricionales adecuados y se adapta a patologías como diabetes, hipertensión o alergias. El equipo de cocina se asegura de preparar todos los platos con los ingredientes adecuados, separando cuidadosamente cada ración.
Recomendaciones dietéticas desde la cocina de Otxartaga
Desde la experiencia diaria en los fogones de la residencia, el equipo de cocina ha identificado una serie de claves que convierten la alimentación de las personas mayores en algo no solo saludable, sino también placentero. A partir de la observación, el cuidado personalizado y el trabajo con nutricionistas, han consolidado prácticas que aseguran un equilibrio entre nutrición, sabor y emoción:
- Variedad en el menú. Se ofrecen dos primeros y dos segundos platos para cada comida, lo que permite a los residentes elegir según sus preferencias.
- Menús adaptados. Dietas sin sal, sin azúcar, trituradas o especiales por alergias se preparan con igual dedicación.
- Texturas y sabores cuidados. Se evita que los platos adaptados pierdan sabor. «No cocinamos para enfermos, cocinamos para personas», dicen desde la cocina.
- Productos de calidad. Se prioriza el uso de ingredientes frescos y de temporada.
- Tradición y cultura. Callos, bacalao a la vizcaína, porrusalda…: los sabores vascos siguen presentes porque conectan con la identidad de los residentes.
Cada plato no solo nutre el cuerpo, sino también el alma. El equipo de cocina de Otxartaga entiende que el sabor de un guiso puede despertar recuerdos, emociones e historias de vida. «Cuando servimos un plato tradicional y vemos la sonrisa de un residente, sabemos que estamos haciendo algo bien.»
Los profesionales de Otxartaga dejan plasmada su vocación en cada detalle. «Aunque no siempre vemos a los residentes mientras comen, cuando nos cruzamos con ellos y nos agradecen el plato del día, es lo que más nos llena», explican. Ese reconocimiento directo es una motivación constante.
¿Es necesario realizar deporte?
La alimentación y la actividad física van de la mano, y la etapa de la vejez, donde el movimiento contribuye de forma decisiva al mantenimiento de la salud física y mental, no es una excepción. Aunque el equipo de cocina de la residencia no se encarga de esta parte, son plenamente conscientes de que una dieta equilibrada alcanza su máximo beneficio cuando se acompaña de ejercicio regular. Actividades como caminar por los pasillos o en las excursiones, participar en talleres de movimiento adaptado, realizar ejercicios de estiramiento guiado o simplemente mantenerse activo en las rutinas cotidianas ayudan a preservar la masa muscular, mejorar la coordinación, estimular el apetito y elevar el estado de ánimo.
Además, el ejercicio físico contribuye a un mejor descanso nocturno, previene el aislamiento social y refuerza la autoestima. Por ello, desde la Residencia Otxartaga promovemos un estilo de vida activo y saludable, donde alimentación y movimiento se entienden como pilares complementarios del bienestar integral de nuestros residentes.
Prevención y cuidado: comer bien para vivir mejor
En la Residencia Otxartaga, la alimentación es una herramienta de cuidado integral, una extensión del cariño y la atención que ofrecemos a nuestros mayores cada día. Desde el diseño de los menús hasta la elaboración de cada plato, todo está cuidadosamente pensado para responder a sus necesidades nutricionales, emocionales y culturales. Porque en cada cucharada hay salud, sí, pero también recuerdos de una vida, vínculos con la tierra, la familia, y un legado gastronómico que no debe perderse. Comer bien no solo alarga la vida, sino que la llena de sentido, de placer, de dignidad. Por eso seguimos comprometidos con esta labor esencial que alimenta mucho más que el cuerpo. Y desde nuestro blog os invitamos a conocer de cerca nuestro trabajo, porque cuidar, como cocinar, es un acto de amor.
Redactora creativa. En la Universidad de Vigo obtuve un título en Economía, en la Escuela Elisava de Barcelona cursé un posgrado en Creatividad y Publicidad, y entre libros y talleres de escritura creativa aprendí a escribir. Trato de enfocarme en lo que marcas y clientes buscan, aportando mi estilo, trato de hacer llegar el mensaje de marcas y clientes a los lectores.
Deja una respuesta